A pesar de su gran importancia para los humanos, poco se conoce de la microbiota. Cada día se diseñan nuevas terapias que buscan aprovechar la interacción entre esta colonia y el cuerpo. Además, conforme se conoce mejor esta relación, más tratamientos se vislumbran a futuro. En este sentido, una iniciativa europea recientemente realizó múltiples hallazgos.
Los descubrimientos se presentaron en una conferencia en Bruselas. Este evento tenía como finalidad presentar los resultados finales de la iniciativa MyNewGut. Este proyecto consiguió identificar un grupo de bacterias, parte de la microbiota intestinal. Con el uso de probióticos específicos, se podrían utilizar para tratar obesidad, depresión e inflamación.
Bacterias para el futuro del tratamiento
MyNewGut publicó sus resultados en el Consejo Europeo de Información Alimenticia (EUFIC). En un comunicado de prensa, el proyecto compartió el hallazgo de dos especies de bacterias. Ambas parecen tener un efecto determinante en el sistema endocrino e inmune. Se espera que un manejo estratégico de la microbiota pueda mejorar la salud física y mental de los pacientes.
Una de estas bacterias es Bacteroides uniformis CECT 7771. Este microorganismo demostró tener eficacia para resolver padecimientos inmunes y metabólicos. En especial podría ser muy útil para combatir la obesidad. Esto, porque es muy efectiva para reducir los niveles de triglicéridos en el organismo. También controla la intolerancia a la glucosa, el aumento de peso y la inflamación.
Por otro lado, la Bifidobacterium pseudocatenulatum CECT 7765 tiene un efecto mental. En particular, las bacterias de esta cepa pueden reducir el comportamiento depresivo. También podría ayudar a disminuir los niveles de estrés percibido y mejorar la calidad de sueño. Incluso, en una prueba con humanos, parecía fomentar la producción de cortisol en el sistema.
Los investigadores de MyNewGut también publicaron algunas conclusiones generales. Por ejemplo, un alto consumo de proteínas o grasas podría dañar la microbiota intestinal. Por otro lado, una dieta alta en lípidos está asociada a la aparición de depresión. Señalaron también que, si se desean utilizar estos conocimientos en el futuro, se necesita un acercamiento personalizado. Afirmaron que, en varias pruebas experimentales, los resultados variaron de un paciente a otro.