El paciente empoderado ha tomado mucho auge en los últimos años. Si estás al tanto de este tema y de todo lo relacionado con la salud 2.0, sabrás que este concepto seguirá creciendo con el paso de los años.
Con el empoderamiento, todos ganan
Cuando un médico tiene ante sí a un paciente empoderado, ambos obtienen grandes beneficios. Nos guste o no, las relaciones médico-paciente ya no son verticales como hace tiempo. En la actualidad el médico ya no es el único que influye en las tomas de decisiones de los pacientes, pues también éstos son capaces de influir sobre el profesional de la salud.
Si aún no estás familiarizado con este concepto, mira a continuación cuáles son las principales características que más definen al paciente empoderado:
Le gusta estar informado
- Seguro te ha pasado que algunos de tus pacientes llegan a tu consultorio habiéndose informado previamente en internet. Ahí consultan sus síntomas y los posibles diagnósticos y tratamientos. Esto a veces podría agilizar la consulta, pero es tu deber despejar cualquier duda y proporcionar la información correcta.
Elige a un médico de acuerdo a su prestigio
- Existen varias páginas médicas en donde los usuarios asignan calificaciones al servicio de los médicos. De esta forma cualquier persona tomará la decisión de elegir o no a un médico de acuerdo a su valoración y prestigio.
Sabe escuchar y quiere que lo escuchen
- Los pacientes pasivos están quedando en el olvido, pues además de escuchar al médico, también les gusta dar su opinión para elegir en conjunto, el mejor tratamiento.
Le gusta establecerán diálogo con el médico
- Si las condiciones lo permiten, a los pacientes empoderados les gusta dialogar con el médico, en vez de sólo permanecer callados y escuchando.
Les gusta tener el control de su salud
- Estos pacientes son altamente digitales. Se mueven de un lugar a otro acompañados de sus dispositivos móviles en los cuales tienen descargadas apps con las que pueden monitorear su salud. Esto se debe en gran parte al auge de los dispositivos wearables.
Compara la información
- No se queda con la opinión de una sola persona, por lo que busca más datos ayudándose de las nuevas tecnologías para comparar lo dicho por el médico.
Tus pacientes se están adaptando a los cambios tecnológicos. Si ellos lo hacen, tú también tendrías que hacerlo.