Cada vez es más recurrente el uso de la inteligencia artificial (IA) dentro de las diferentes aristas de nuestras vidas diarias, y aunque sus usos más comunes se pueden apreciar en las búsquedas en internet y los chatbots que pueden mantener conversaciones en tiempo real, en realidad sus alcances son más diversos y están ligados al campo de la salud.
Como muestra de lo anterior, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) la utilizaron para diseñar una técnica de aprendizaje automático que sirve para mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren de glioblastoma y requieren de tratamientos de quimioterapia y radioterapia.
¿Como funciona?
En ese sentido, un problema al que se enfrentan los médicos es que no saben con exactitud la cantidad de fármacos que se debe administrar a cada paciente, lo cual ahora podría llegar a su fin gracias a que el nuevo sistema de IA permite conocer la dosis ideal para cada paciente sin ponerlos en peligro y de esta manera se evitan los efectos secundarios.
Para lograrlo, el sistema se apoya de la IA para lograr un aprendizaje automático que le permite analizar los datos de los tratamientos actuales de los pacientes y ajustar las dosis de forma para cada caso. Eventualmente, encuentra un plan de tratamiento óptimo, con la potencia y la frecuencia más baja posible de dosis para combatir el tumor.
En un ensayo realizado a 50 pacientes, el modelo de aprendizaje automático diseñó ciclos de tratamiento que sirvieron para reducir la potencia a una cuarta parte o a la mitad de casi todas las dosis sin comprometer la salud del paciente, lo que ayudó para diseñar tratamientos menos tóxicos y más efectivos.