El Hospital Juárez de México (HJM) lleva a cabo una estrategia llamada trasplante cruzado, que consiste en que los familiares que no son compatibles con su paciente para donarle un órgano, pueden donarlo a otro paciente y viceversa, lo cual acorta el tiempo de espera por un órgano y amplía la posibilidad de salvar la vida a más personas, afirmó el jefe de la Unidad de Trasplantes de este nosocomio, Andrés Bazán Borges.
En entrevista, explicó que el HJM ha realizado 40 trasplantes con este sistema desde que empezó a implementarlo en enero de 2017, y se ha colocado como pionero a nivel nacional y en Latinoamérica.
También dijo que cuando se trata de donador vivo, para que un paciente reciba un riñón, éste tiene que ser de familiar directo o alguna persona conocida, porque aún la ley no permite la donación de riñón de un desconocido, y no siempre se encuentra compatibilidad. Esta situación, añadió, nos llevó a explorar la posibilidad de hacerlo de manera cruzada.
El especialista puntualizó que, si bien México cuenta con tecnología, personal capacitado e infraestructura médica para realizar trasplantes, en el caso del trasplante de riñón, solo se puede cubrir el 10 por ciento de la demanda, debido a la falta de donantes -ya que hay 18 mil personas en lista de espera-, esto provoca que cada año mueran 7 mil pacientes.
Dio a conocer que el trasplante de riñón es una opción para curar la insuficiencia renal, una enfermedad que padecen diez de cada 100 mil habitantes, y que además de representar un deterioro para la salud, también implica desgaste familiar, económico y de la sociedad en su conjunto. Este padecimiento se presenta a cualquier edad, género o clase social y la causa es multifactorial.
El jefe de la Unidad de Trasplantes resaltó que es necesario detectar a tiempo la insuficiencia renal mediante estudios anuales de química sanguínea y de orina y, con base en los resultados, comenzar un protocolo de atención.