La vida dentro de cualquier centro de salud está llena de historias de todo tipo y aunque es claro que quienes deciden dedicarse a la Medicina lo hacen por la vocación de servicio y atender a los pacientes que a diario acuden, la realidad es que cuando se reciben gratificaciones de otro tipo, como las financieras, también son benéficas porque sirven para reconocer el trabajo realizado y permiten los hospitales puedan invertir en más equipo.
Fue justo eso lo que sucedió en el Children’s Hospital de Los Angeles, donde en 2016 acudió el millonario Ryan Murphy debido a que su hijo de dos años padecía de cáncer infantil y requería de atención inmediata.
De manera más concreta, los especialistas determinaron que el pequeño tenía un neuroblastoma del tamaño de una pelota de tenis, aspecto que requirió de un tratamiento y una cirugía para extirpar el tumor y evitar que se esparciera por otras partes del cuerpo.
Fueron meses de angustia debido a lo delicada de la situación pero finalmente a inicios de este año se determinó que el infante estaba libre del cáncer y no se había observado que presentara efectos secundarios graves, noticia que alegró a toda la familia y provocó un final que nadie hubiera imaginado.
Como una muestra de agradecimiento, el magnate y guionista televisivo decidió donar 10 millones de dólares al hospital por el trabajo realizado y haber salvado la vida de su hijo, además de declarar que gracias al correcto y oportuno trabajo de los médicos fue posible esta situación.