La Secretaría de Salud anunció que el Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca (HRAEI) realizó con éxito su primera cirugía para tratar tumores cerebrales, utilizando la técnica dormido-despierto-dormido.
Los médicos a cargo de la operación aseguraron que a través de esta cirugía es posible mejorar la calidad de los pacientes ya que disminuyen los daños severos que ocasiona esta clase de neoplasia.
Al respecto, Juan Manuel Salgado Camacho, jefe del Servicio de Neurocirugía del HRAEI indicó que una gran parte de los tumores cerebrales no tienen cura, pero el avance de la ciencia ha permitido disminuir o controlar las lesiones que ocasionan y que pueden llegar a limitar la funciones básicas de los pacientes como el lenguaje, movimiento, audición y sensibilidad.
Salgado Camacho explicó que la operación se realizó en una mujer de 53 años, con un glioma, localizado en la zona motora del lado izquierdo, lo que ocasionó que la paciente disminuyera la movilidad del lado derecho de su cuerpo.
Detalló que el resultado de la operación fue exitosa al lograr una resección amplia del tumor sin ninguna secuela. Destacó que también se pudo eliminar las crisis convulsivas que la paciente presentaba, quien además recuperó la movilidad y actualmente ya realiza sus actividades cotidianas con normalidad.
Sobre la técnica utilizada, el médico preciso que no todas la personas con tumor cerebral pueden someterse a este tipo de intervención, ya que sus condiciones neuropsicológicas desempeñan un papel importante. “Primero deben ser valoradas por un neuropsicólogo para saber si pueden soportar el estrés de permanecer despiertos durante toda la operación.
En el caso de la mujer intervenida, los estudios previos determinaron que contaba con el carácter y la serenidad suficientes para operarla con la técnica de resección de glioma del área funcional. Para realizar esta cirugía el neurocirujano y el anestesiólogo deben tener una excelente coordinación, ya que se requiere la dosis exacta de anestesia que permita llevar a cabo la craneotomía”, detalló Juan Manuel Salgado Camacho.
Agregó que una vez que se tiene expuesto el cerebro, la persona debe despertar y mantenerse con una sedación ligera, para que el neuropsicólogo pueda monitorear si durante la cirugía pierde alguna capacidad.
Los gliomas cerebrales son incurables, por eso es importante que después de la cirugía el paciente lleve un control médico porque estos tumores pueden volverse agresivos y son capaces de acortar la vida.