Por desgracia, el nivel de inseguridad por el que atraviesa México aumenta cada vez más y nadie se encuentra exento de ser víctima de la delincuencia. Tal es es caso de un funcionario del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en Guerrero, quien el pasado viernes fue secuestrado dentro del Hospital General de Acapulco, aunque por fortuna cerca de una hora después fue soltado por sus captores.
La situación se presentó el pasado viernes, cuando el nosocomio recibió una llamada de un supuesto médico de las oficinas centrales quien solicitó hablar con Mario Moreno Arcos, delegado del ISSSTE en Guerrero, y le pidió algunos medicamentos que hacían falta. Ante la solicitud, uno de los funcionarios salió a la puerta central del hospital para entregar los medicamentos solicitados y ahí fue interceptado por un grupo de hombres armados que lo obligaron a subirse a una camioneta y lo secuestraron.
Por fortuna para el trabajador, después de alrededor de media hora de estar abordo del vehículo, los captores lo soltaron sin brindarle mayores explicaciones, aunque el problema provocó que el hospital fuera cerrado durante la tarde del viernes y se iniciaran las investigaciones previas correspondientes.
Mientras tanto, Moreno Arcos ya levantó una denuncia para pedir que se aclare el problema y pidió a las autoridades estatales el actuar de inmediato en el reforzamiento de la seguridad del hospital para mantener a salvo tanto a los médicos como a todo el personal administrativo y pacientes.
Las personas que nos apoyan en la entrada del hospital no están armados y son las que normalmente tienen la responsabilidad de las diferentes puertas, accesos a las zonas restringidas, hospitalizaciones, elevadores, distribuidos en todos los edificios.