Dentro del campo de la salud existen temas que todos conocen y provocan divisiones de opiniones. Uno de los mejores ejemplos es el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM) que tiene una larga historia que ha estado marcada de claroscuros. Por eso vale la pena recordar el motivo que llevó a su creación e identificar si todavía tiene relevancia en la actualidad.

En ese tenor, en el pasado ya te compartimos algunas de las mayores fallas que se han denunciado a lo largo de todas sus ediciones. Van desde la presunta venta de plazas y otro tipo de actos ilegales hasta la promesa de ofrecer 30 mil plazas que nunca se cumplió.

Breve historia del ENARM

Pero hay que ir en orden cronológico. El ENARM se aplicó por primera ocasión en 1977 y desde entonces es un instrumento de medición de conocimientos de medicina general. El órgano que lo regula y administra es la Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud (CIFRHS).

El objetivo por el que nació fue para hacer que los médicos generales pudieran estudiar una especialidad. Por lo tanto, es una prueba de conocimientos que consiste en un resumen de todo lo visto en la universidad, internado y servicio social.

Dentro de su historia, el cambio más grande ocurrió en 2008 cuando por primera ocasión se realizó en formato electrónico y así se lleva a cabo desde entonces. Ahora consta de 450 preguntas, de las cuales 400 corresponden a casos clínicos del área médica presentados en español. Mientras que las 50 restantes están en inglés.

Hasta este momento se han aplicado 45 ediciones del ENARM y el mayor problema es el número de plazas. El aumento en los lugares disponibles ha sido mínimo en comparación con el número de interesados que cada año se registran.

Para poner en contexto, hasta el 2019 apenas dos de cada 10 aspirantes obtenían una plaza. En tanto que durante las últimas la estadística aumentó a cuatro pero todavía es insuficiente. La mayoría no puede cumplir su objetivo incluso con una calificación elevada.

¿El ENARM es un filtro contra la superación personal?

En ese tenor, algunas voces han acusado a esta prueba de ser la responsable del déficit de especialistas que tiene México. De hecho, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que se trata de una barrera que atenta contra la superación profesional de los médicos.

Con esa lógica, se puede considerar que tiene parte de razón. Aunque hay muchos jóvenes que desean cursar una especialidad, la mayoría no puede por la falta de espacios. En algunos casos incluso presentan la prueba en varias ocasiones y no consiguen su objetivo.

Aunque existe una amplia cantidad de médicos generales que cada año se gradúan, son muy pocos los que pueden acceder a una especialidad. El problema no es que no quieran superarse sino que deben enfrentar una dura barrera llamada ENARM. Muchos se preparan con cursos que duran varios meses pero ni así lo consiguen.

Por otra parte, también se menciona que el ENARM sí debe mantenerse porque es una forma para identificar a los médicos generales más capacitados. No es un filtro pero sí una medición de conocimiento básico que alguien con aspiraciones de ser un residente debería superar.

En cualquiera de los casos, el origen del problema es que los hospitales no tienen los suficientes lugares para alojar a tantos médicos en formación. Por lo tanto, antes de pensar en si el examen todavía es necesario primero se tendría que considerar la construcción de más nosocomios. De esta forma se podría lograr que, en un futuro no muy lejano, cualquiera pudiera acceder a la especialidad.