La candidata demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Hillary Clinton, volvió a ser el foco de atención por su estado de salud.
Clinton tenía planeado viajar a California para asistir a eventos de campaña, pero el desmayo que sufrió durante el homenaje del 11-S en Nueva York, la obligó a hacer cambios en su cronograma de la semana.
Supuesta neumonía
Su médico de cabecera, Lisa Bardack, atribuyó este episodio a una neumonía que se le diagnóstico el viernes pasado, lo cual se ha convertido en un tema serio para la candidata a dos meses de que concluyan las campañas electorales. “Ha estado sufriendo tos asociada a alergias. El viernes, durante una revisión de esta tos, se le diagnosticó neumonía. Se le aplicaron antibióticos y se le aconsejó descansar y modificar su agenda”, dijo Bardack.
“Su salud es ahora un asunto real en vez de ser motivo de especulación” dijo Susan McManus, experta en política de la Universidad del Sur de Florida”.
El caso de Hillary Clinton no ha sido el único
Los casos de conspiraciones relacionadas al estado de salud de los políticos estadounidenses son varios y muchos de ellos fueron ocultados por años. Además del supuesto mal estado de salud de Hillary Clinton, estas son algunos de las historia más destacadas:
- El senador Paul Tsongas, tenía un gran secreto cuando se postuló en las elecciones primarias de 1992: padecía linfoma no-Hodgkin y en su momento, los médicos decían que el candidato no tenía cáncer. Tsongas falleció 5 años después, por lo tanto, si los votante lo hubieran elegido a él en vez de Bill Clinton, el país estadounidense hubiera tenido que soportar un desastre en sus políticas públicas, e incluso, hacer frente a la muerte de un presidente de los Estados Unidos en pleno mandato.
- Franklin Roosevelt. El ex presidente Franklin Roosevelt ocultó por mucho tiempo graves problemas de salud. A la edad de 39 años tuvo un ataque de polio que le dejó las piernas paralizadas. Durante los 12 años que estuvo e el poder, para evitar escándalos, evitaba salir fotografiado en silla de ruedas. Cuando estaba de pie, por lo regular iba apoyado del brazo de un oficial. También padeció hipertensión, pero su médico obvió revelar este problema durante la campaña para el cuarto mandato de Roosevelt.
- John F. Kennedy. Aunque se le ha considerado como uno de los presidentes más joviales, su equipo de campaña tuvo que realizar grandes esfuerzos para ocultar la enfermedad que aquejaba a Kennedy: enfermedad de Addison, un extraño trastorno de las glándulas suprarrenales que impide la suficiente producción de hormonas. Este problema de salud le causó un fuerte dolor de espalda que en ocasiones le impedía subir tramos pequeños de escaleras.
- Ronald Reagan. El historial médico de Reagan es considerado como uno de los más serios de entre los presidentes que ha tenido el país de las barras y las estrellas. A lo largo de sus 8 años como mandatario, el ex presidente fue operado de cáncer de piel y de colon. A finales de su segundo mandato, empezó a mostrar síntomas de Alzhéimer, situación que fue dado a conocer públicamente hasta 1994.
Otras curiosidades
Una vez, durante su mandato, George H.W Bush vomitó sobre un primer ministro de Japón. De igual forma, su hijo, George W. Bush, se desmayó en la Casa Blanca tras ahogarse con un pretzel.