La higiene de manos es una acción pequeña y en apariencia sencilla pero esencial para mantener la salud. Cuando no se lleva a cabo de manera correcta en determinados sectores sus afectaciones pueden crecer exponencialmente.
Según datos de la OMS y Unicef, 95% de las personas no se lavan las manos de manera habitual. Además mencionan que un correcto lavado de manos con agua y jabón evitaría cerca de 44% de las muertes causadas por enfermedades diarreicas y 25% de las infecciones respiratorias agudas que suponen la mayor causa de muerte de los menores de cinco años a nivel mundial.
Debido a lo anterior se designó el 5 de mayo como el Día Mundial de la Higiene de Manos. El objetivo es promover esta acción en las personas de todo el planeta para aumentar la adherencia a la higiene de las manos en los centros de salud. Con esto también se protege de las infecciones a los trabajadores de la salud y a los pacientes.
¿Cuándo se debe lavar las manos un médico dentro del consultorio?
- Antes de tocar al paciente.
- Antes de realizar una tarea aséptica: incluso si se utilizan guantes, la higiene de manos debe ser previa a su colocación.
- Después de estar en riesgo de exposición a líquidos corporales: a pesar del uso de guantes, higiene inmediata de manos tras un contacto con saliva, orina, sangre u otro líquido.
- Después de tocar al paciente: siempre al finalizar la atención si se realiza alguna exploración física o toma de signos vitales.
- Después del contacto con el entorno del paciente: si se tocan objetos personales, sábanas, cama, buro o mesa donde toma la comida.
El hábito de higiene más sencillo que jamás se debe perder
Como ya se mencionó, lavarse las manos permite salvar vidas y reducir la transmisión de enfermedades, padecimientos que pueden deberse a bacterias, virus o protozoos patógenos (gérmenes) que se transmiten por el aire o a través de superficies, alimentos o heces humanas.
Debido a que las personas se tocan la cara con frecuencia, al igual que los alimentos que consumen y las superficies donde se sirven, preparan, exhiben y consumen, las manos constituyen un elemento que puede fomentar la propagación de enfermedades de forma sustancial.
“Toma mayor relevancia si tenemos en cuenta que las enfermedades diarreicas, que representan uno de los mayores problemas en materia de salud pública, son una de las principales causas de enfermedad y muerte en los niños menores de 5 años en países de ingreso bajo y mediano”, señala Alejandro González gerente Sr. de Comunicaciones y Responsabilidad Social de Ecolab Latinoamérica Norte.
Según cifras de la OMS, si el ritmo de progreso continúa al paso actual, en 2030 el mundo habrá alcanzado una cobertura de 78% en lo que respecta a los servicios básicos de higiene, lo que significa que 1,900 millones de personas carecerán de instalaciones para lavarse las manos en el hogar.
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