Es un hecho, que frente a las actividades diarias que el ser humano realiza esta constantemente expuesto a sufrir contusiones de todo tipo. Sin embargo, hay heridas y lesiones que no se debe dejar pasar por alto, porque pueden encubrir alteraciones físicas o mentales, realmente incapacitantes. Sobre todo, cuando se presentan en niños de corta edad o en adultos mayores, que son más propensos a sufrir accidentes involuntarios.
Es así, como vemos, que un raspón, un golpe o magulladura al caerse de la bicicleta, subir unas escaleras o correr la silla del escritorio, generalmente no ofrece consecuencias relevantes. Y solo puede llegar a generar un hematoma o un feo moretón, que dura algunos días y desaparece fácilmente, sin necesidad de consultar al médico, ni realizar ningún tratamiento.
No obstante estar alerta a los síntomas de las heridas y lesiones que no causan una contusión abierta, puede ser una acción que salva vidas
De esta manera, podemos observar que los golpes en la cabeza, llegan a ser motivo de angustia, principalmente en niños menores. Así mismo, cuando la lesión en personas de cualquier edad, va acompañada de vomito, dolores de cabeza, problemas de visión o perdida de la conciencia. Además, de presentar somnolencia, alteraciones en el habla, la coordinación y la memoria. Indicando que puede existir un traumatismo craneoencefálico con daño cerebral asociado.
Igualmente, las heridas y lesiones en la zona del abdomen, pueden llegar a ser contundentes. Generando hematomas, inflamación y sensibilidad al tacto, que revelan posibles daños importantes en el páncreas, bazo, vejiga e intestinos. Sobre todo, porque ante los traumatismos en esta parte del cuerpo se puede desarrollar una hemorragia interna que requiere atención inmediata. De tal suerte, que se contrarresten los síntomas y disminuya el peligro para el paciente.
A la par, se debe prestar atención a esos accidentes que afectan la espalda y la parte musculo esquelética del cuerpo humano. Especialmente, cuando existe entumecimiento en las extremidades, hormigueo, debilidad, dolor e inflamación. Así mismo, es necesario estar alerta, cuando como resultado de un golpe, se asoma sangre en la orina o se llega a perder el control de esfínteres, ya que, esta situación requiere atención de urgencias.
Observar las señales del organismo es de suma importancia para conservar la salud
Podemos ver, que las heridas y lesiones pueden ser superficiales y curarse prontamente, gracias a la capacidad del sistema inmunológico de regenerarse. En, pero, las lesiones cutáneas también se convierten en motivo de preocupación, principalmente, cuando no sanan rápidamente y dan paso a infecciones. De ahí, que cuando se presente enrojecimiento, pus, sangrado, dolor o mal olor en la zona de una incisión o laceración en la piel, se necesite buscar orientación médica.
Sobre todo, porque ante estas heridas y lesiones; que posiblemente inicialmente pasen inadvertidas para el paciente; el médico establecerá un cuadro clínico y una valoración física apoyado en pruebas diagnósticas, para así estimar la gravedad del trauma. De tal modo, que se indique el procedimiento adecuado ajustado a cada caso. Buscando mejorar las condiciones de vida del paciente.