De acuerdo con información proporcionada por el sector Salud de Baja California, los hospitales públicos tienen pobre abasto de medicamentos, de entre 50 y 60 por ciento.
Sin hacer alusión al déficit presupuestal, el subdirector general de Salud, Ismael Ávila Íñiguez, atribuyó la problemática en importante medida a las protestas por las que en enero pasado se mantuvieron cerradas las instalaciones del Gobierno del Estado y la Oficialía Mayor, centros de trabajo donde se llevan a cabo los procedimientos de compra de insumos médicos y fármacos.
En declaraciones para La Voz de la Frontera, explicó la situación que actualmente se tiene:
El conflicto lo tenemos con los proveedores, yo le pido a un proveedor un medicamento de anestesia, le pido 200 y me dice ‘nada más te puedo surtir 100’, ese medicamento en automático me va a hacer una disminución.
El déficit de medicinas es más evidente en los Hospitales Generales de Mexicali, Tijuana y Ensenada, ya que ha provocado la suspensión de cirugías u obligado a los pacientes a adquirir los fármacos por sus medios.
Se estima que durante los primeros tres meses del año, sólo en el Hospital General de Mexicali han tenido que retrasarse 120 cirugías.
En los nosocomios escasean unos 150 medicamentos, principalmente anestésicos inyectables empleados en procedimientos quirúrgicos.
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