Ante las dudas y deficiencias que ha mostrado el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI) en sus primeros días de funcionamiento, existe una fuerte resistencia de los gobiernos estatales por aceptarlo. Aunque se plantea que sea una iniciativa nacional para que la federación sea la única encargada de la salud, la mayoría de los gobernadores todavía no la han aceptado.
Ante este panorama, el presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió personalmente con los 32 secretarios de salud estatales para explicar la manera en que funcionará el INSABI. El resultado es que sólo 13 entidades apoyan al Instituto. Los que dieron su voto a favor son Tabasco, Yucatán, Ciudad de México, Baja California, Oaxaca, Sonora, Puebla, Chiapas, Veracruz, Colima, Hidalgo, Quintana Roo y San Luis Potosí.
El mandatario agregó que el resto de entidades tienen hasta finales de mes para decidir si aceptan o no su adhesión al INSABI.
O sea, es para el fin de mes el límite, para la decisión, no ultimátum, sino es un periodo para la reflexión, para el análisis, para conocer más sobre el plan, tienen todo el derecho a contar con la información suficiente; entonces, no hay prisa.
¿Qué pasará con los que no acepten el INSABI?
En ese sentido, también comentó que en caso de que existan gobiernos estatales que no acepten al INSABI, entonces cada entidad tendrá que hacerse responsable de la salud de sus habitantes. Mencionó que no se trata de una amenaza, aunque indicó que espera que la mayor cantidad de entidades acepten este nuevo programa de salud.
Lo cierto es que hizo énfasis en que los que no se sumen al INSABI no podrán acceder a los 40 mil millones de pesos adicionales del presupuesto nacional destinados para el sector salud.
Ellos tienen un presupuesto, se les va a otorgar de acuerdo a la ley ese presupuesto, es más, ya se les asignó un presupuesto, ya hay un presupuesto para eso. Lo adicional va en función de que la atención médica y los medicamentos sean gratuitos.