Como cada 14 de febrero, hoy se conmemora el Día del amor y la amistad, una fecha que puede ser analizada desde diversos ángulos. Lo cierto es que se trata de una celebración que propicia las relaciones entre personas. Una de las maneras más comunes de expresar sentimientos de afecto a otros seres es mediante besos. Aunque parezca una acción noble y sencilla, también puede ser motivo de la transmisión de una enfermedad que tus pacientes deben conocer.
La mononucleosis, también conocida como la enfermedad del beso, es provocada por el virus de Epstein-Barr y principalmente se transmite por la saliva. A pesar de su denominación, no sólo se contagia a través de la unión de labios sino también al compartir bebidas o alimentos.
Síntomas y forma de prevenirla
De igual forma, sus síntomas más comunes son debilidad y cansancio, por lo cual muchos tienden a minimizarla o ignorarla. Pero en caso de no atenderse a tiempo también puede provocar fiebre, garganta inflamada, hinchazón del hígado e incluso erupciones. Sólo a través de un análisis de sangre es posible detectarla porque no existen vacunas para prevenirla.
Como parte de las acciones preventivas, se recomienda mantener una higiene correcta. Desde un adecuado lavado de manos hasta la limpieza de los objetos empleados para comer.
Por su parte, cuando una persona padece de mononucleosis, lo ideal es mantenerse en reposo y evitar todo contacto con otras personas. Se trata de una enfermedad que se puede contagiar de una forma muy fácil a todo el círculo cercano.
Por todo lo anterior, la principal recomendación siempre es propiciar las revisiones constantes con el médico. De manera adicional, los análisis de sangre periódicos también ayudan para poder detectarla a tiempo y no confundirla con otras enfermedades.
Así que no olvides transmitir la información a tus pacientes. Recuerda que por medio de la palabra también puedes mantener alerta a quienes visitan tu consultorio médico.