Dirigirnos a alguien por su nombre se nos ha inculcado durante mucho tiempo y, con mucha frecuencia, parece ser una segunda naturaleza. Sin embargo, hay médicos que lo pasan por alto y sin saberlo, pueden estar perdiendo una gran oportunidad para fidelizar sin demasiado esfuerzo a pacientes potenciales.
¿Pero, hace la diferencia dirigirse a los pacientes por su nombre?
Según el artículo de The Washington Post titulado “Career Coach: El poder de usar un nombre”, de Joyce EA Russell, responde lo siguiente.
¿Por qué es tan importante usar los nombres de las personas?
El nombre de una persona es la mayor conexión con su propia identidad e individualidad. Algunos podrían decir que es la palabra más importante del mundo para esa persona.
Es la única forma en que podemos llamar fácilmente la atención de alguien. Es un signo de cortesía y una forma de reconocerlos. Cuando alguien recuerda nuestro nombre después de conocernos, nos sentimos respetados y más importantes . Nos deja una impresión positiva y duradera.
No recordar un nombre, especialmente cuando alguien ha tenido que repetirlo varias veces, es hacer que esa persona se sienta menospreciada.
¿Cómo puedo recordar los nombres de todos mis pacientes?
Aquí hay un artículo de Forbes, “Los cinco mejores trucos para recordar nombres”, por Kristi Hedges que proporciona algunas buenas técnicas para ayudarnos a poner nombres en la memoria.
1. Repetir
2. Deletrearlo
3. Asociar
4. Hacer conexiones
RECUERDA:
Aprender el nombre de tu paciente solo te tomará unos segundos y puedes hacerlo al presentarse, usando el tuyo. El cual a su vez, hará que la persona con la que estás interactuando te de el suyo.
Si no ofrecen su nombre, habiéndote presentado tu mismo abre la transición perfecta; “y puedo preguntar, ¿cuál es tu nombre?”.
Una vez que te den su nombre, ¡ponlo en tú memoria! Una técnica eficaz para recordar el nombre de otra persona es repetir su nombre inmediatamente. Di algo como “Gracias Juan te agradezco que hayas compartido tu nombre conmigo”.
Luego, usa su nombre a menudo durante su encuentro.
¿Y si lo olvido?
Si olvidas el nombre de alguien durante un encuentro, está bien volver a preguntarlo. Pero evita preguntarselo a alguien varias veces.
La mayoría de nosotros perdonará a alguien por olvidar nuestro nombre, tal vez una vez, pero olvidar repetidamente el nombre de alguien es una gran decepción. Es mejor memorizar el nombre de la persona y usarlo con frecuencia.
¿Por qué? Porque lo anterior hace sentir a tus pacientes valorados, importantes y transmite el mensaje de que te preocupas por ellos. Además, vuelve más personal tu práctica médica.
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