En todos los ámbitos de la vida siempre es necesario el crecimiento constante. De lo contrario, el estancamiento es el peor adversario que se puede enfrentar. Por eso, un médico emprendedor debe plantearse metas a corto plazo que se puedan realizar. De esta forma, con pasos pequeños se pueden lograr grandes avances dentro de este largo camino por recorrer.
De acuerdo con el estudio Entrepreneurs’ Mental Health and Well-Being: A Review and Research Agenda, del King’s College London, los niveles de estrés de los emprendedores tienden a ser considerablemente más altos que el del promedio de las personas. No obstante, esta tarea también trae consigo varias recompensas.
Según el mismo estudio, los emprendedores cuentan con algunos de los niveles más altos de satisfacción laboral y personal del paisaje profesional en todo el mundo. Por lo tanto, es una actividad tan demandante como enriquecedora.
Pasos a seguir para crecer en todos los sentidos
Ahora bien, uno de los inconvenientes es que algunas personas no saben con certeza la manera en que se puede llevar a cabo esta actividad. Por eso a continuación te compartimos algunos hábitos básicos que debe desarrollar un médico emprendedor.
1. Estructura y disciplina. En ocasiones se confunde la estructura y disciplina con la rigidez; sin embargo, para un médico emprendedor es todo lo contrario. Estos dos elementos son claves en el éxito de cualquier organización. Para poder estar en paz y disfrutar cada paso que dan, deben contar con una administración transparente, precisa y responsable. En este sentido, es recomendable sistematizar y ordenar procesos. Para mantener las cosas funcionando, también es importante encontrar espacio y tiempo para divertirse y disfrutar.
2. Financiamiento estratégico. Un emprendedor feliz es uno que sabe que cuenta con el respaldo de sus aliados. El financiamiento es la puerta de entrada para que los negocios se expandan, inviertan en tecnología o capital, paguen deuda o cubran gastos diarios.
3. Simplificar lo simplificable. La felicidad en el emprendimiento requiere de hacer a un lado complejidades innecesarias. Con frecuencia, los médicos emprendedores más jóvenes olvidan que Roma no se construyó en un día. Entonces, elaboran proyectos laberínticos, difíciles de ejecutar e imposibles de encauzar. La simpleza—que no es necesariamente sencilla—es práctica y trae consigo paz que, a la postre, termina siendo felicidad.
4. Encontrar un balance. Aunque un médico emprendedor impulsa a su consultorio desde la pasión y la alegría, también debe saber encontrar balances adecuados entre su vida personal y profesional. El éxito comercial sólo puede ser plenamente aprovechado cuando la esfera íntima se encuentra llena también, de hobbies, esparcimiento y disfrute.
5. Relaciones al centro. Un médico emprendedor feliz sabe que todo lo que puede lograr depende de las personas a su alrededor, ya sean colaboradores, familiares o amigos. Un hábito fundamental para encontrar el tipo de felicidad plena que es parte del emprendimiento es saber tejer redes de cooperación y afectos, sobre todo para sobrellevar resbalones o frustraciones en un proyecto.
6. Nunca dejar de aprender. El emprendimiento es un camino que comienza a partir de buscar soluciones novedosas a problemas cotidianos. En ese sentido, un emprendedor nunca puede dejar de aprender, para seguir observando con esmero el mundo que le rodea. Un emprendedor feliz es aquel que está en una búsqueda constante de nuevas perspectivas, nuevas herramientas y nuevas posibilidades.
7. Seguir innovando. Por último, se debe apuntar que un emprendedor es feliz porque ofrece al mundo algo que no existía antes—un producto, un servicio, una idea—. Pero el emprendedor verdaderamente feliz es el que sabe que una empresa no es el final, sino probablemente el comienzo de una vida de innovación y perseverante exploración.