Sabemos que uno de los determinantes de la salud y el bienestar es la alimentación adecuada. Sin embargo, esta premisa es algo que cuestionan los pacientes de manera regular cuando acuden al consultorio.
De aquí se vuelve relevante la participación de los profesionales de la salud en hacer hincapié sobre la creación o transformación de hábitos alimenticios de acuerdo al perfil de cada persona. A través de una buena alimentación se obtienen sustancias nutritivas (proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales), se tiene un peso saludable y ayuda en el control de enfermedades no transmisibles (cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, sobrepeso, entre otras).
Sin embargo, cabe recalcar que los hábitos, en general, no nacen de manera espontánea. Se aprenden a partir de la repetición de ciertas actitudes o comportamientos. Lo que hacemos a lo largo de un día laboral, por ejemplo, es un cúmulo de acciones que repetimos, y eso es lo que llamamos rutina. Desde servir una taza de café hasta acudir a comer a la misma hora.
De acuerdo a un estudio elaborado el año pasado por Kantar Worldpanel, el 52 por ciento de los mexicanos dice no contar con el tiempo suficiente para cuidar su salud, pero el 45 por ciento indica que cambiar los hábitos alimenticios pueden resultar en cambios positivos notables. Esto es un claro indicador de la influencia de los estilos de vida en nuestra alimentación.
De esta manera, se puede transformar un hábito introduciendo nuevas rutinas. Si éstas hacen que consumamos alimentos y bebidas que no concuerdan con la forma en la que vivimos, lo más seguro es que terminen afectando nuestro organismo de una manera que no esperamos.
En este sentido, y ante esta necesidad de atender la variedad de estilos de vida, la industria de alimentos y bebidas lleva a cabo acciones para adaptarse a las mismas. Las compañías. se han diversificado de tal manera que no encajan en un solo segmento, sino en distintos.
En los supermercados se pueden encontrar distintas marcas que se enfocan en esto. Aires de Campo es una compañía que no cierra su mercado a abarrotes, cuenta con más categorías como lácteos, carnes y más. Del Monte tiene una variedad de productos como vegetales y chile enlatados, salsas caseras, mermeladas, puré de tomate, entre otros, los cuales ofrecen en diversos tamaños que se pueden adaptar a los gustos de las personas. Otro caso es la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) que, para satisfacer distintas necesidades de las personas, cuenta con un portafolio integrado por 11 categorías, entre las que destacan: bebidas para deportistas, a base de proteína vegetal, agua y jugos, principalmente. Tiene 75 marcas en total y 260 presentaciones ideales para distintas actividades y momentos diarios.
Esta diversidad permite que el paciente tenga alternativas para transformar sus hábitos y buscar un mejor balance en lo que consume.
Asimismo, cabe destacar que la educación nutricional también es necesaria para la transformación de hábitos. Saber escoger los alimentos y bebidas con base en conocimiento, permite al paciente asumir un mayor compromiso con su dieta. A esto se debe sumar que, igual de importante, los buenos hábitos y la actividad física es uno de los mejores binomios para la salud.