- El Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud es el encargado de la creación y actualización de las Guías de Práctica Clínica.
- El objetivo de cada una es ofrecer a los doctores las herramientas suficientes para tomar las decisiones adecuadas dentro del consultorio.
- A partir de cada una se elaboran los reactivos de las distintas versiones del ENARM.
Un aspecto que deben cumplir todos los profesionales de la salud es mantenerse en constante actualización. La base para conseguirlo es mediante la lectura de artículos científicos que contienen las novedades más recientes. Al mismo tiempo, existen documentos que todos los doctores deben conocer y leer al menos una vez en la vida y son las Guías de Práctica Clínica.
En ese tenor, desde el primer semestre en la carrera de Medicina es necesario comprar una gran cantidad de libros. No es algo sencillo porque cada uno es de un grosor considerable y además los rangos de precios son bastante elevados. Por eso leer es un hábito que se debe desarrollar a lo largo de la formación.
Los documentos que todos los médicos deben leer
Ahora bien, también existen lecturas gratuitas que se encuentran a un clic de distancia y son igual de relevantes en esta profesión. Se trata de las Guías de Práctica Clínica y son elaboradas por el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (Cenetec).
El catálogo completo incluye más de 800 documentos y se puede consultar en este enlace. Cada una fue creada para una enfermedad específica y contiene las indicaciones para su atención médica. El objetivo es ofrecer a los doctores las herramientas suficientes para tomar las decisiones adecuadas dentro del consultorio.
Desde la estancia en la universidad y el internado se recomienda empezar con el análisis de cada una. Aunque su lectura se vuelve todavía más importante durante el servicio social o al momento de estudiar para el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM). El motivo es porque a partir de estos documentos se elaboran los reactivos de esta prueba.
Por otra parte, incluso los médicos profesionales con años de experiencia deben consultar con frecuencia las Guías de Práctica Clínica. La razón es porque se actualizan de forma periódica con base en los conocimientos más recientes.
A pesar de todo lo mencionado, a la fecha las opiniones acerca de estos documentos son divididas. Aunque el objetivo inicial es mejorar el conocimiento de los doctores también hay una parte negativa porque se asume que todos los pacientes son iguales.
Aspectos positivos
Mejoran la toma de decisiones al personal médico al mostrar casos concretos y cómo se debe actuar con base en la evidencia científica existente.
Son la mayor herramienta con la que cuentan los médicos para defenderse ante posibles demandas por negligencia. Si tú actúas conforme a lo indicado en los documentos vas a mantenerte protegido.
Además no sólo le ofrecen ventajas a los médicos sino a todo el sistema de salud. Con su implementación se pueden reducir los gastos de hospitalización, los medicamentos recetados y las cirugías realizadas a los pacientes. Esto implica un menor gasto para los hospitales y una recuperación más rápida para los pacientes.
Al estandarizar la atención médica lo que se busca es ofrecer la misma calidad de servicio a todos los pacientes por igual, sin importar en dónde o por quién sean tratados.
La parte negativa
La limitación de las guías es que las recomendaciones mencionadas pueden estar equivocadas. Esto es debido a que están basadas en la generalidad y no en casos individuales. Derivado de lo anterior es que la evidencia científica puede ser engañosa o mal interpretada. Todo depende del evaluador.
De igual forma, las recomendaciones pueden estar influenciadas por la opinión, experiencia clínica y composición del grupo de desarrollo de cada guía.
Aunque uno de los objetivos de las guías es que buscan estandarizar la atención, se debe mencionar que no todos los pacientes son iguales. Por eso se trata de un arma de doble filo que puede ser tanto positiva como negativa.
Finalmente, la mayor desventaja de algunas guías, aunque no todas, es que envejecen muy rápido. Esto propicia que deban ser actualizadas de forma constante por los avances que ofrece la tecnología y los nuevos descubrimientos que se hacen.
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