- Tan solo en el 2019 se registraron 262 millones de personas con asma y 461 mil muertes.
- El asma es una de las enfermedades más frecuentes en niños.
- Aunque es una enfermedad que no tiene cura, con un tratamiento adecuado se pueden controlar los síntomas.
Existen documentos de gran relevancia que todos los profesionales de la salud deben conocer. Dentro de los principales se encuentran las Guías de Práctica Clínica que fueron creadas para atender las principales enfermedades como el asma. Su objetivo principal es ayudar en la toma de decisiones para ofrecer un servicio de calidad al paciente. De tal forma, contienen las indicaciones precisas con todos los pasos que se deben seguir dentro del consultorio.
Además son la mayor herramienta con la que cuentan los médicos para defenderse ante posibles demandas por negligencia. Si tú actúas conforme a lo indicado en los documentos vas a mantenerte protegido.
Aunque por otra parte, su mayor punto en contra es que las recomendaciones mencionadas en cada una pueden estar equivocadas. Esto es debido a que están basadas en la generalidad y no en casos individuales. Derivado de lo anterior es que la evidencia científica puede ser engañosa o mal interpretada.
Por lo anterior, es necesaria su actualización constante para mantenerse vigentes con respecto a la nueva evidencia científica. De lo contrario quedan obsoletas y su utilidad es nula.
Pero ahora lo importante es conocer las Guías Práctica Clínica que existen para atender a pacientes con asma. El motivo es porque hoy se conmemora el Día Mundial de esta enfermedad que es demasiado frecuente. Tan solo en el 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que afectó a 262 millones de personas y causó 461 mil muertes.
¿Por qué se genera esta enfermedad?
- La probabilidad de padecer asma es mayor si otros miembros de la familia también son asmáticos, en particular los familiares más cercanos, como los padres o hermanos.
- El asma es más frecuente en personas que sufren otras alergias, como eccemas o rinitis.
- La urbanización se ha asociado a un aumento de la prevalencia del asma, probablemente debido a varios factores que guardan relación con el estilo de vida.
- Determinados acontecimientos ocurridos en etapas tempranas de la vida pueden afectar a los pulmones en desarrollo y aumentar el riesgo de padecer asma. Entre estos factores cabe mencionar la insuficiencia ponderal del recién nacido, la prematuridad, la exposición al humo de tabaco y otras fuentes de contaminación del aire, así como las infecciones respiratorias víricas.
- También se cree que la exposición a una serie de alérgenos y sustancias irritantes del medio ambiente puede aumentar el riesgo de padecer asma, como la contaminación del aire en espacios cerrados y en el exterior, los ácaros del polvo doméstico, los mohos y la exposición en el trabajo a sustancias químicas, humos o polvo.
Niños con mayor riesgo a desarrollar asma
- Estar expuesto al humo de segunda mano cuando la madre está embarazada del niño o cuando son pequeños.
- Genética e historia familiar: Los niños tienen más probabilidades de tener asma si uno de sus padres la tiene, en especial si es la madre.
- Raza o etnia: Los afroamericanos y los puertorriqueños tienen un mayor riesgo de padecer asma que las personas de otras razas o etnias.
- Tener otras enfermedades o afecciones como obesidad y alergias.
- Padecer infecciones respiratorias virales frecuentes cuando eran niños pequeños.
- Género: El asma es más común en los niños hombres. En adolescentes, es más común en las niñas.
Atención para los pacientes
Para este tipo de casos el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con dos Guías de Práctica Clínica para casos de asma. La diferencia es que una está indicada para menores de 18 años y la otra para adultos.
Para el diagnóstico, mencionan que se debe empezar con una exploración física. Los signos clínicos son proporcionales al grado y a la duración de la obstrucción de vía aérea. Pueden incluir taquipnea, taquicardia, exageración de la disminución inspiratoria normal, de la presión arterial sistólica, el uso de músculos accesorios de la respiración, diaforesis, hiperclaridad a la percusión, prolongación de la espiración, estertores gruesos inspiratorios y espiratorios y sibilancias a la auscultación. La ausencia o la presencia de sibilancias en la auscultación puede ser engañosa en ataques leves y severos.
La abertura glótica disminuye durante la broncoconstricción. En los no asmáticos puede disminuir el diámetro con las espiraciones forzadas y en pacientes con disfunción de las cuerdas vocales durante la inspiración. Cuando la abertura glótica disminuye suficientemente, los sonidos respiratorios glóticos y traqueales se pueden transmitir al pecho, lo que conduce a un falso diagnóstico del asma. La fatiga por el esfuerzo aplicado, el uso completo de músculos accesorios de la respiración, la diaforesis, y la cianosis puede reflejar asma marcado severo y deficiencia ventilatoria.
El examen físico del paciente asmático puede también incluir el examen para descartar obstrucción en cavidad nasal por deformidad anatómica, edema de mucosa o pólipos nasales. También la transiluminación de los senos frontales y maxilares, además del examen de orofaringe y la presencia del moco o del exudado en nasofarínge.
La revisión adicional puede incluir el corazón en búsqueda de insuficiencia cardíaca congestiva u obstructiva; valoración de la fuerza muscular, y del estado mental, especialmente en los pacientes que reciben terapia con corticoides.
Las pruebas pulmonares de la función de la vía aérea se pueden utilizar para establecer firmemente el diagnóstico del asma, para cuantificar la severidad de la enfermedad, y para vigilar el curso y la respuesta a la terapia.