Estudiar Medicina requiere de al menos seis años, pero eso no significa que sea el final del camino. Si quieres cursar una especialidad debes aprobar el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM). Se trata de una exhaustiva prueba que en 450 preguntas resume todo lo que aprendiste en la universidad. Además también cuenta con una muy alta demanda que provoca que una cantidad mínima de aspirantes obtengan un lugar cada año.
Aunque en este 2020 se duplicaron las plazas disponibles, la cifra todavía es insuficiente para la cantidad de médicos generales que quieren ser especialistas. Para poder dimensionar el panorama actual, de los 42 mil 423 profesionales que lo sustentaron, 18 mil 173 fueron seleccionados. Lo anterior representa un porcentaje de aceptación del 42.2 por ciento. Con esto se obtiene que alrededor de seis de cada 10 doctores fueron rechazados.
Pero si en tu caso obtuviste una plaza debes recordar que apenas diste un primer paso de un largo camino por recorrer. En realidad, lo más complicado está por comenzar debido a que la residencia prácticamente significa cambiar tu estilo de vida. A partir de ahora debes estar preparado para estar la mayor parte del tiempo dentro de un hospital.
Por el cambio tan radical, muchos médicos renuncian en las primeras semanas de su residencia. Algunos se decepcionan de la especialidad que eligieron o simplemente no soportan las jornadas tan agotadoras que califican de explotación. Por tal motivo es que a continuación te compartimos algunos consejos generales que te serán de utilidad para enfrentar esta nueva etapa de tu vida.
Vive lo más cerca del hospital
El primer consejo para cualquier R1 es buscar un departamento en los alrededores del hospital. Las jornadas de trabajo son tan agotadoras que al salir lo que más deseas es descansar. Por lo mismo, debes evitar los largos trayectos porque te van a perjudicar todavía más.
Respeta a todos tus superiores
Nunca debes de perder de vista que dentro de la residencia tú eres el nuevo y debes respetar todas las indicaciones de tus superiores. Aspectos como hablar de usted son necesarios para evitar conflictos con los residentes y médicos que tienen más experiencia que tú.
Aprende a trabajar en equipo
Al empezar la residencia es probable que no conozcas a los demás y por eso desde un inicio debes evitar aislarte. Recuerda que siempre vas a necesitar de alguien y por eso es necesario que mantengas una relación cordial con los demás profesionales de la salud.
Jamás seas arrogante
Lo peor que puedes hacer es suponer que ya sabes todo porque en la residencia eso te puede costar bastante caro. En cambio, mantén una actitud amena y muestra tu disposición para aprender todos los días. En la universidad pudiste aprender lo básico pero ahora te encuentras en otro nivel mucho más competitivo.
Nunca tengas miedo de pedir ayuda
Relacionado con el punto anterior, es natural que en algunas ocasiones te enfrentes a situaciones desconocidas para ti y ante las que no sabes qué se debe hacer. Si eso ocurre, lo más sencillo es solicitar ayuda a tus compañeros de más experiencia. Recuerda que no es delito reconocer que no lo sabes todo.
Sé organizado
Administrar tu tiempo correctamente puede lograr que pases más tiempo con tu familia y puedas hacer otras cosas fuera de trabajar y estudiar durante la semana.
Descansa todo lo que te sea posible
Parece algo muy obvio pero algunos nuevos residentes lo olvidan. Aunque pongas todo tu empeño en esta nueva etapa de tu vida, debes de tener presente que tu integridad es muy valiosa. Para poder tener un mejor rendimiento debes encontrar en condiciones óptimas. Por lo mismo, dentro de tus posibilidades trata de dormir lo más que te sea posible para que durante tus jornadas no muestres signos de cansancio u agotamiento.