Es por todos conocido que las guardias médicas de los residentes son interminables y abrumadoras. Al respecto, un artículo publicado en la revista española Crónica Global afirma que este sistema para nada ayuda a la formación de los residentes médicos. “Las jornadas laborales de hasta 32 horas elevan el riesgo de cometer errores y que pueden ser perjudiciales tanto para el médico como para los pacientes que acuden a nosotros”, aseguró un residente traumatólogo que prefirió ocultar su identidad.
“Los MIR somos los que más horas trabajamos y también los que menos cobramos”, informó el joven traumatólogo al referir que los residentes de primero y segundo año ganan entre siete y diez euros en promedio, por la hora de guardia.
La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en España, señala que el salario promedio anual de un médico residente es entre los 15 mil y 19 mil euros.
Los recién egresados deben soportar entre seis y ocho días de guardias mensuales. Pero luego, al terminar la guardia, hay que continuar con la jornada laboral del día siguiente, hasta que llega nuestro día de descanso. Son 32 horas sin poder salir a la calle y descansar.
Un proceso duro, pero necesario
¿Es necesario que para convertirse en un buen médico especialista, el estudiante debe atravesar por estas maratónicas jornadas de trabajo? A decir de la Asociación Española de Médicos Residentes, este proceso “es muy duro”, pero necesario”, si se desea ser un excelente médico especialista.