Durante los últimos años se ha registrado un aumento en los niveles de violencia en el país. A diario se presentan situaciones que muestran el preocupante estado de México. Son frecuentes los casos de agresiones e inclusive asesinatos contra profesionales de la salud. Pero aunque se podría pensar que un hospital es un lugar muy seguro, en realidad podría no ser así.
Como si se tratara de una película, en México ocurrió un caso que afecta tanto al sector salud como al de seguridad. Todo gracias a que un grupo de personas armadas irrumpió de forma intempestiva en un hospital. El motivo fue para “rescatar” a un exreo que permanecía internado.
El suceso ocurrió durante el fin de semana en el Hospital General de Tláhuac de la Ciudad de México. Ahí se encontraba Juan Manuel Tapia Bolaños, de 32 años de edad. Con pasado delictivo, recientemente había sido detenido y recibía atención médica.
El principal problema es que sólo existía una persona de seguridad en el nosocomio. Debido a eso, resultó imposible detener al comando armando que llegó al lugar. Fueron al menos 8 personas las que llegaron y de forma directa se dirigieron con el delincuente. Con amenazas, ordenaron a los médicos que lo soltaran y se lo llevaron. No realizaron ninguna otra acción ni se llevaron equipo del hospital.
Por su parte, Juan Manuel es acusado de daño en propiedad ajena. Aunque su ficha delictiva señala que en 2009 estuvo preso en el Reclusorio Oriente acusado de robo agravado calificado.
El hecho además muestra los mínimos niveles de seguridad que existen dentro de los hospitales del país. No cuentan con las medidas y el personal suficiente que garantice la integridad de los pacientes y de los trabajadores.