Durante los últimos años se ha observado un incremento en la mortalidad por enfermedades respiratorias, situación provocada principalmente por dos factores: climas extremos con veranos cada vez más calurosos e inviernos cada vez más fríos y una paulatina pérdida de efectividad en las vacunas que se aplican.
Uno de los países que se ha visto mayormente afectado por la situación antes mencionada es Francia, nación que durante la pasada temporada invernal reportó el fallecimiento de poco más de 13 mil personas a causa de la gripe, siendo el 93 por ciento de los casos habitantes mayores de 65 años, quienes representan el grupo demográfico más susceptibles a perecer por esta enfermedad.
De igual forma, la Agencia Nacional de la Salud Pública de Francia expuso que, pese a tratarse de una estadística lamentable y elevada, es menor a la del año pasado, cuando se registraron poco más de 14 mil muertes. Por tal motivo ya se planean nuevas estrategias de salud pública para evitar que la incidencia se repita durante las próximas temporadas invernales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha mostrado preocupación ante tal situación, pues las enfermedades respiratorias son actualmente la tercera causa de muerte a escala global y cada año provocan 3.19 millones de fallecimientos en el planeta, siendo la más común la gripe, además de que recientes estudios han mostrado que no sólo afecta al sistema respiratorio sino que inclusive daña al cerebro.