La salud pública es fundamental para cualquier país y eso ha quedado demostrado durante la actual pandemia. Los países mejor preparados y con mayor inversión son los que han logrado tener mejores resultados y eso se puede apreciar en el número de infectados y decesos. En ese sentido, por desgracia América Latina es una región en la que no se le ha dado la importancia suficiente a este rubro y las consecuencias se pueden ver porque gran parte de los habitantes no tienen confianza en sus instituciones sanitarias.
Inversiones insuficientes para un sector fundamental
En ese sentido, no se puede señalar que se trate de un problema nuevo sino que ha estado presente por décadas. Los últimos gobiernos de la zona han destinado inversiones insuficientes para la construcción y equipamiento de hospitales. Eso deriva en espacios insuficientes y que carecen de las condiciones óptimas para la atención a los pacientes.
Tan solo en el caso de México se estima que prevalece un déficit de 200 mil médicos. La cifra es demasiado grande y una de sus consecuencias es que a cada doctor le corresponden más pacientes de los que deberían. A su vez, eso genera un desbalance y los profesionales de la salud terminan más cansados a nivel físico y emocional.
Para profundizar en este tema la consultoría Gallup realizó un estudio que demostró que en América Latina solo el 44 por ciento de los habitantes están satisfechos con sus sistemas de salud pública. Las quejas son tanto de los pacientes como de los trabajadores de la salud porque las carencias perjudican a los dos grupos.
Mientras que si el análisis se observa por países los resultados varían de forma notoria. En donde existe menor confianza es Venezuela porque apenas el 18 por ciento tiene confianza en sus sistema de salud pública.
Un poco más arriba se encuentra Chile en donde el 28 por ciento de la población confía en su sistema sanitario, mientras que en Brasil la cifra es del 39 por ciento.
En un punto medio aparece México en donde el 51 por ciento de los habitantes confían en su sistema de salud pública. Mientras que en el punto más alto de la lista está Uruguay con el 73 por ciento.