El consumo de tabaco está catalogado dentro de las adicciones más numerosas y peligrosas que existen. Tiene una relación directa con el desarrollo de más de 100 enfermedades y padecimientos. Tan solo para tener una idea de su impacto, de cada 100 mil fallecimientos que se registran a nivel global se estima que es responsable de 110.7. Mientras que sumatoria le cuesta al mundo 170.9 millones de años de vida.
Con lo anterior en mente el 31 de mayo fue nombrado el Día Mundial Sin Tabaco. Es una oportunidad para concienciar sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y la exposición al humo ajeno, además de disuadir su consumo en cualquiera de sus formas.
Mientras que la Organización Mundial de Salud (OMS) y sus asociados dedican esta fecha para promover políticas eficaces que funcione para reducir este hábito. A la fecha se mantiene como la principal causa prevenible de defunción en el planeta.
En la actualidad es un problema que ha cobrado mayor relevancia. Desde el inicio de la pandemia se alertó que el tabaquismo era una de las principales comorbilidades. Fue por eso, entre otros motivos, que durante los últimos meses varios países han registrado una disminución en su consumo.
Pandemia disminuye el número de fumadores
A partir de los datos de Statista Consumer Market Outlook se muestran algunos países en donde se ha reducido el consumo de tabaco durante la pandemia. Uno de los casos más destacados es el de Sudáfrica. A partir de marzo de 2020, y durante cinco meses, la venta de tabaco en este país fue prohibida como parte de la respuesta a la emergencia sanitaria. Esto contribuyó a que su consumo disminuyera más de un 40 por ciento con respecto a 2019.
Otros países en donde ha ocurrido un fenómeno similar aunque en menor medida han sido Brasil, Reino Unido e India. Lo que todos tienen en común es que sufrieron de graves crisis de Covid-19 que provocaron miles de muertos. A la fecha se mantienen entre las naciones con más decesos por la pandemia.
Con respecto a México se muestra que hubo una disminución del 8.3 por ciento, la cual es superior a otros países de la región como Colombia y Perú.
Independientemente de las medidas aplicadas o de la gravedad de la situación debido a la Covid-19, la popularidad de los cigarrillos bajó incluso en los países donde los puestos de venta de tabaco permanecieron abiertos y donde fueron clasificados como “esenciales”. Este fue el caso de Francia y España, países en los que el consumo descendió un 8.4 y un 6.5 por ciento, respectivamente.