La sangre es indispensable en la vida de cualquier persona por todas las funciones que desempeña. Además su extracción es una de las formas más sencillas que existen para identificar múltiples enfermedades. De igual forma, la donación de este vital líquido es una valiosa práctica que permite salvar vidas. Pero mientras a simple vista siempre parece ser igual la realidad es que se clasifica en diversas categorías a partir de sus componentes.
Pandemia perjudica las donaciones
Ahora bien, un problema que ha estado presente en México por décadas es el bajo porcentaje en donación de sangre. La mayoría de las personas solo lleva a cabo esta noble acción cuando es por obligación o uno de sus familiares la requiere. A la fecha son muy pocos los que se suman de manera altruista a esta noble práctica. De hecho, nuestro país tiene una de las más bajas y la situación se ha complicado todavía más a partir de la pandemia. Se tiene la creencia de que los hospitales son espacios insalubres y de alto contagio, por lo que se evita acudir a ellos.
El ejemplo más claro se puede observar con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Tan solo desde el inició la emergencia sanitaria la captación de sangre disminuyó en un 60 por ciento de lo que habitualmente se obtenía en una jornada normal. Pese a los esfuerzos todavía no ha sido posible regresar a los niveles previos a la pandemia.
Por otra parte, para poder realizar una transfusión sanguínea correcta es obligatorio verificar la compatibilidad entre los grupos de sangre existentes. De no hacerlo se pueden provocar problemas de salud como una reacción inmunológica que puede desembocar en hemólisis, anemia, fallo renal, choque circulatorio e inclusive la muerte.
Ante lo anterior resulta prudente analizar los tipos sanguíneos más frecuentes en el mundo. Pese a que no se trata de los únicos tipos las principales categorías son O, A, B, AB. Con base en RH Negative el más común a nivel mundial es el grupo O y el menos frecuente es el grupo AB. Aunque al hacer una división por países se obtienen otros resultados.
Tipos de sangre más frecuentes por países
En el caso de México, el tipo mayoritario es el O con 58 por ciento. Le sigue el grupo A con 27 por ciento y en tercer lugar está el B con 10 por ciento. Mientras que en último lugar esté el tipo AB con apenas el cuatro por ciento del total de la población.
En el resto del mundo se suelen obtener resultados similares salvo algunas excepciones como la India en donde apenas el 29 por ciento de la población tiene el tipo de sangre O. En ese sentido, en esa nación predominan las personas que pertenecen a la clasificación B. Una situación similar ocurre en Rusia y Francia aunque con ligeras variaciones en los porcentajes.