A lo largo de los últimos años se ha intensificado un severo problema que impacta de manera directa en la calidad de vida. Tú lo conoces bien porque es uno de los más recurrentes en tus pacientes y lo puedes detectar a simple vista. Se trata de la obesidad que inclusive se ha normalizado porque a muchas personas se les hace “normal” ver a alguien con exceso de masa corporal. La realidad es que es algo bastante peligroso porque aumenta el riesgo a múltiples enfermedades e inclusive puede conducir a la muerte.
Es una situación tan grave que a partir del 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 4 de marzo como el Día Mundial contra la Obesidad. Lo que se busca con esta decisión es hacer visible el problema pero también fomentar soluciones prácticas para ayudar a las personas a alcanzar y mantener un peso saludable. Además también se invita a los gobiernos para que diseñen nuevas políticas públicas que permitan obtener cambios benéficos.
Aparición de la obesidad desde edades tempranas
A la fecha el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) coloca a nuestro país en el primer lugar de obesidad infantil. Se estima que el 35.6 por ciento de los menores de edad sufren de exceso de masa corporal. Eso es bastante grave porque cuando comienza en los primeros años es más complicado que desaparezca en la etapa adulta.
Por su parte, la obesidad infantil no sólo tiene relación con la salud física sino también con la mental. En la mayoría de los casos los niños son objeto de burlas por sus compañeros de clase y a veces por sus propios familiares. Muchos de ellos llegan a desarrollar cuadros de tristeza que pueden conducir a la depresión.
Ahora bien, aunque actualmente México es el país más afectado no significa que en el resto se viva un panorama distinto. De hecho la obesidad infantil mantiene una tendencia a la alza en la mayoría de naciones del mundo. La OMS señala que hasta 2020 había 158 millones de niños y adolescentes afectados por exceso de masa corporal.
Sumado a lo anterior, el inicio de la pandemia se ha sumado como otro factor que puede propiciar que más personas sufran de obesidad desde edades tempranas. El drástico cambio en el estilo de vida ha provocado que millones de infantes permanezcan todo el día encerrados. La falta de actividades físicas sumada a una alimentación deficiente es una combinación que puede resultar mortal para la actual generación.
Cómo se vislumbra el futuro
Con este contexto la Federación Mundial de Obesidad publicó un Atlas Internacional con lo que podría suceder durante la siguiente década. El documento disponible en este enlace señala que para 2030 se espera que 254 millones de infantes con exceso de masa corporal.
Por su parte, también muestra los países que se verían más afectados. Lo primero que se observa es que México ya no sería el líder mundial en obesidad infantil aunque eso no significa que sea porque el problema desaparezca sino porque en otras naciones habrá un drástico aumento.
Con base en las predicciones, para el 2030 China será el líder con poco más de 61 millones de niños con obesidad. En segundo lugar se ubica a la India con 27 millones, seguida de Estados Unidos con 16 millones. Mientras que nuestro país aparece en la cuarta posición con 6.5 millones de niños afectados.
El informe destaca que los niños en los países en desarrollo de África, Asia y América Latina están particularmente en riesgo como resultado de los estilos de vida cambiantes, la creciente popularidad de la comida basura y el aumento de los índices de consumo de almidón, azúcar, aceite y grasa.