Desde hace poco más de un año el mundo vive una de las crisis más grandes de la historia moderna. Hasta ahora la covid-19 ha provocado 219 millones de contagios y 4.55 millones de fallecimientos. Aunque ambas cifras se mantienen en aumento a diario y existe el riesgo permanente a sufrir de un rebrote que provoque mayores daños. Pero lo más grave son los efectos en la salud causados por la pandemia y los cuales se pueden apreciar de distinta manera.
Uno de los rubros más afectados y al que no se le presta la atención suficiente es el referente a la salud mental. Gran parte de la población mundial tuvo que permanecer encerrada para evitar riesgos y aunque es una estrategia adecuada también ha causado daños en los habitantes.
A la fecha hay personas que permanecen encerradas y evitan exponerse a la intemperie. Como resultado han desarrollado cuadros de ansiedad y depresión que afectan su calidad de vida. Además también se ha reportado un aumento en los trastornos de sueño en la población mundial.
De igual forma, entre los jóvenes que vieron interrumpida su educación se reportan más efectos en la salud por la pandemia. En algunos casos tuvieron que recurrir a la tecnología para continuar con sus estudios aunque no es lo mismo porque requieren del contacto humano. Mientras que en otros casos simplemente perdieron un año escolar y eso puede provocar que la actual generación sea la menos preparada de la historia.
¿Cómo será el impacto a largo plazo?
Por su parte, la encuestadora Ipsos llevó a cabo un estudio entre mayo y junio de este año en 29 países alrededor del mundo. El objetivo fue conocer los efectos a largo plazo provocados por la pandemia.
Como parte de lo anterior se obtuvo que la salud mental y el bienestar ocupan el primer lugar porque el 37 por ciento de los niños y jóvenes se verán afectados. Mientras que en segunda posición con el 35 por ciento se encuentran las calificaciones académicas.
Más abajo se encuentra mayor desempleo y pérdida de ingresos con el 30 por ciento. La pandemia ha sido la responsable de una de las tasas de desempleo más grandes de las últimas décadas. Aunque de forma paulatina se ha nivelado la situación todavía no se alcanzan los niveles previos a la emergencia sanitaria.
De igual forma, el empeoramiento en la salud física aparece mencionado. Como consecuencia de la pandemia el sedentarismo se ha incrementado y eso ha impacta en mayores niveles de obesidad y sobrepeso.
Mientras que otros efectos en la salud serán habilidades sociales poco desarrolladas, problemas de autoestima y que menos niños concluyan la escuela.