Desde hace algunos años los teléfonos celulares han dejado de ser un lujo para convertirse en objetos de uso cotidiano. En tu caso, es probable que utilices muchas de sus funciones dentro de tu vida profesional. Desde la lámpara para poder auscultar a tus pacientes hasta el uso de internet para mantenerte enterado del acontecer diario. Todo lo anterior es normal y necesario pero también debes conocer que hay algunos smartphones considerados dentro de los más dañinos y aquí te vamos a decir los motivos.
Cuando la tecnología no siempre es favorable
Por una parte, en tiempos recientes han aparecido las tecnopatologías o enfermedades 2.0 como nuevas amenazas para la salud de la población.
En su definición más sencilla se trata de problemas que nacen por la adicción o dependencia a los dispositivos tecnológicos. Cuando eso ocurre se generan cuadros de ansiedad que pueden escalar en magnitud.
Uno de los más populares y que se ha expandido en la actualidad es la nomofobia, el cual hace referencia a las personas que desarrollan un miedo irracional a vivir sin su teléfono celular. Lo anterior puede generar diversos problemas de estrés, pánico y adicción similares al de un fumador o alcohólico.
Otra enfermedad es la bautizada como el síndrome del mensaje imaginario, forma en que se denomina a quienes dejan de hacer actividades de su vida cotidiana con el objetivo de mantenerse pendientes de su teléfono celular, lo cual altera su percepción de las cosas y les provoca alteraciones en su realidad como imaginar mensajes recibidos.
Más riesgos provocados por el uso de la tecnología
Por otra parte, los smartphones también están considerados dentro de los objetos más dañinos pero por otro motivo. Se trata de los niveles de radiación que emiten y los cuales son bastante peligrosos por el uso constante que se hace de los teléfonos.
Según datos de diciembre de 2021 de la Oficina Alemana para la Protección contra la Radiación, de los modelos actuales el Motorola Edge es el smartphone que registra un valor SAR (tasa de absorción específica) más alto, es decir, el mayor nivel de radiación cuando se realiza una llamada con el dispositivo situado en la oreja.
Lo que se obtuvo es que una radiación con una intensidad de 1.79 vatios por kilogramo afecta al cuerpo humano durante las llamadas telefónicas. El ZTE Axon 11 5G le sigue en segundo lugar con una radiación de 1.59 W/kg, por delante del OnePlus 6T, con 1.55 W/kg. A modo de comparación: los modelos actuales de menor radiación tienen un valor SAR inferior a 0.25.
Según la Oficina Alemana para la Protección contra la Radiación, un aparato con un valor SAR de 0.6 vatios por kilogramo se considera de baja radiación. Alrededor del 51% de los smartphones actualmente disponibles y registrados por dicha agencia pueden clasificarse como tales. Sin embargo, el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para dispositivos móviles es de dos vatios por kilogramo, que sigue siendo significativamente más elevado que los valores de los dispositivos con mayores niveles de radiación.