Han transcurrido casi dos años desde el comienzo de la pandemia de Covid-19 y el problema se mantiene. A la fecha existe una gran cantidad de variantes del virus SARS-CoV-2 que se han identificado. Aunque en la mayoría no hay modificaciones graves en otras sí se han detectado cambios en su estructura que vuelven al patógeno más peligroso.
De hecho, el pasado 26 de noviembre la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a la nueva Variante Ómicron, detectada por primera vez en Sudáfrica, como “de preocupación”. Esto es debido a que los estudios preliminares muestran que podría ser más infecciosa. Aunque de momento solo es una idea pero no se ha comprobado. Se requieren más días para obtener los resultados de las pruebas de laboratorio.
Mientras la comunidad internacional espera mayor información sobre esta cepa, que podría ser más contagiosa que las anteriores, las nuevas infecciones se multiplicaron en varios países del mundo. En América Latina, Brasil fue el primero en registrar casos de esta variante el 30 de noviembre. Mientras que hoy 3 de diciembre México se sumó a la lista por la confirmación de un infectado aunque se reporta estable y con síntomas leves.
Las más comunes en la región
Ahora bien, dentro de las variantes del SARS-CoV-2 que se han identificado la Delta es, por una gran diferencia, la más extendida en América Latina según la base de datos de GISAID.
Como una muestra del amplio dominio que tiene, en México está presente en el 99.6 por ciento de los casos de Covid-19 que se han confirmado durante las últimas cuatro semanas. Mientras que en Perú los contagios de Delta representan un 96.2 por ciento del total. En tanto que en Colombia la cifra disminuye un poco para ubicarse en 90 por ciento.
Aunque el panorama con respecto a las variantes del SARS-CoV-2 es similar en toda América Latina, hay algunos países que son la excepción. Tal es el caso de Perú que a mediados de junio fue testigo del surgimiento de una nueva cepa denominada Lambda e identificada por la OMS como “de interés”. Este nivel es inferior al de otras mutaciones catalogadas como “variantes preocupantes” por su alto impacto o riesgo potencial para la salud pública.
Las cifras de GISAID indican que esta mutación es la segunda más común en los siete países analizados en la siguiente gráfica con información de Statista. La diferencia es que mientras en algunos su presencia es mínima, Argentina representa casi el 18 por ciento de los casos.
Por otra parte, hasta julio de este año la Variante Gamma era la dominante en la mayoría de los países de la región. Según las estimaciones de noviembre ahora tiene una mayor incidencia en Argentina, donde se identifica en cerca del seis por ciento de los nuevos casos.
Mientras que la Variante Mu, que también tiene origen en la región al ser detectada por primera vez en Colombia en enero de 2021, es más común en Ecuador. En esa nación corresponde al cinco por ciento de las infecciones más recientes.