Investigadores de la Universidad Purdue de Indianápolis, Estados Unidos, dieron a conocer un estudio en el cual consiguieron reprogramar células de la piel en células madre y diferenciarlas en células ganglionares de la retina (CGR), un tipo de neuronas que conforman el nervio óptico y transmiten la información visual de la retina al cerebro.
Los expertos manifestaron que este descubrimiento podría abrir nuevas posibilidades para la prevención y control del glaucoma, así como de otras patologías que tienen que ver con neuropatías ópticas.
Los resultados de dicha investigación fueron publicados en la revista Stem Cells, en cuyas páginas los especialistas comentaron que además del glaucoma “nuestro estudio tiene potenciales implicaciones para el tratamiento de lesiones ópticas que padecen los soldados en combate o en los atletas que practican deportes de contacto”.
Para el desarrollo del estudio, los investigadores recolectaron células de la piel de personas con una forma hereditaria de glaucoma, así como de voluntarios sanos. Posteriormente las reprogramaron en células madre pluripotentes, de esta forma podrían diferenciarse en cualquier tipo de células del organismo.
El siguiente paso fue realizar la diferencia de células madre en CGR. Los investigadores observaron que estas nuevas células no eran iguales entre sí, ya que presentaban características diferentes en función de si provenían de los pacientes con glaucoma o de los individuos sanos.
“Las células de la piel de las personas con glaucoma no eran diferentes de las células cutáneas de las personas sin la enfermedad. No obstante, cuando reprogramamos las células cutáneas de los individuos con glaucoma en células madre y luego en CGR, éstas no eran totalmente saludables y observamos que tienen una tasa de mortalidad más rápida que las que se obtuvieron a partir de las personas sin glaucoma”, dijo Jason Meyer, director del estudio.
Gracias a estos resultados, los científicos saben que el genoma de las personas con glaucoma posee un gen que hace que las CGR terminen muriendo, por lo que será necesario analizar con cuidado este proceso para detectar en dónde está el problema y de esta forma crear un compuesto eficaz que ayude a hacer más lento el desarrollo de degeneración.
“En un futuro lejano podríamos ser capaces de emplear las CGR de personas sanas y utilizarlas como sustitutas para los pacientes con glaucoma”, dijo Meyer.