De manera preocupante la OMS identificó un fenómeno que cada vez es más frecuente en el planeta. Se trata de la reducción en el gasto público en salud por parte de los gobiernos. Ni siquiera los hechos recientes han provocado un cambio de mentalidad de los mandatarios. Lo peor es que los más afectados son los ciudadanos.
Pero antes, ¿qué es el gasto público en salud?
El gasto público en salud se refiere a la cantidad económica que destina cada gobierno para la prestación de servicios sanitarios. No sólo implica construir nuevos hospitales sino darle mantenimiento a los ya existentes.
También abarca llevar a cabo campañas públicas de vacunación, planificación familiar y las enfocadas en enfermedades específicas. Y además abarca los salarios de los médicos, enfermeras y demás trabajadores del sector.
¿La salud no es una prioridad para el mundo?
En ese sentido, el día de hoy la OMS publicó el informe Global spending on health: emerging from the pandemic. Lo que menciona es que el gasto público medio en salud por persona en todos los grupos de países según su ingreso disminuyó en 2022 con respecto a 2021, después de incrementarse durante los primeros años de la pandemia.
La información se genera en un contexto en el que 4,500 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a servicios básicos de salud. La cifra es superior a la mitad de la población total del planeta.
Además hay 2,000 millones de personas que se enfrentan dificultades financieras debido a los costos que implica la atención de salud, restar prioridad a este gasto puede tener consecuencias nefastas.
“Aunque el acceso a los servicios de salud ha mejorado en todo el mundo, el uso de estos servicios está conduciendo a cada vez más personas a dificultades financieras o a la pobreza”, dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
¿Quién paga la atención médica?
Proteger a las personas de las dificultades financieras derivadas de los gastos directos de la salud es fundamental para lograr la salud para todos. A pesar de ello, en el informe de la OMS puede comprobarse que el gasto directo sigue siendo la principal fuente de financiación de la salud en 30 países de ingreso bajo y mediano bajo.
En 20 de estos países, más de la mitad del gasto total en salud del país lo pagaron directamente los pacientes, lo que supone un factor desencadenante del ciclo de pobreza y vulnerabilidad.
Las dificultades que plantea la falta de protección financiera para la salud no se limitan a los países de ingreso bajo. Incluso en los países de ingreso alto, los pagos directos de salud generan dificultades financieras e impiden satisfacer necesidades de salud, especialmente en los hogares más pobres.
Los datos más recientes de las cuentas de salud muestran que en más de un tercio de los países de ingreso alto, más del 20 % del gasto total en salud lo realizaron los pacientes directamente.
¿Cuál será el presupuesto para la salud en México en el 2025?
El informe de la OMS se genera en un ambiente de incertidumbre por el gasto público en salud que tendrá México para el próximo año. En especial porque las autoridades dieron a conocer un fuerte recorte.
De acuerdo con un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria A.C. (CIEP), el presupuesto del sector salud para el 2025 será de 918.4 mil millones de pesos. El problema es que la cantidad representa una disminución del 11% en comparación con el 2024.
A partir de lo anterior, la inversión para el sector salud sería equivalente al 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB). Mientras que en naciones como Dinamarca la cifra es mayor al 10%.