El objetivo de todo médico es preservar la salud y vida de sus pacientes, y aunque la mayoría de las veces no resultan agradables los métodos que usa, esto podría quedar atrás con el uso de la gamificación en medicina.
Este concepto que durante muchos años fue ignorado en el campo de la salud, hoy cobra relevancia: “gamificar”.
En 2002, el inventor y programador británico Nick Pelling acuñó este término para designar la aplicación de las reglas del juego a todo campo imaginable, incluido el de la salud, sin embargo, fue hasta 2010 que ganó popularidad a nivel global.
El médico 2.0 reconoce que la gamificación de la medicina está presente en todos los ámbitos, desde la prevención y control de enfermedades, por ejemplo a través de las distintas aplicaciones de salud; pero también está en la aplicación de tratamientos; para comunicarse efectivamente con los pacientes; o facilitar al galeno escenarios que le permitan mejorar su capacidad quirúrgica.
Al respecto, podemos mencionar la presencia del Centro de Educación Médica por Simuladores del Centro Médico ABC Campus Observatorio de la Ciudad de México (CDMX), el cual cuenta con simuladores de quirófano, sala de recuperación, terapia intensiva, urgencias y escenarios de crisis donde se capacita a estudiantes de posgrado y galenos adscritos, pero este no es el único esfuerzo que se hace en América Latina en este sentido, pues en Argentina se desarrolla el Centro de Entrenamiento y Simulación, el cual promete ser el más moderno de la región con una réplica del Center for the Future of Surgery, de la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos, el cual es el más grande y moderno del mundo.
Sin embargo, pese a tales avances, ésta es sólo una puerta hacia un campo de oportunidad más amplio en la gamificación de la medicina, ya que el sector salud aún no encuentra cómo implicar a los pacientes, sin importar edad, en estrategias de juego que ayuden a conservar su salud y a motivarlos en esta labor, como ya ocurre en algunos nosocomios alrededor del mundo, por ejemplo en el Hospital Materno Infantil de Gregorio Marañón en Madrid, España, que transformó las habitaciones del piso de oncología pediátrica en naves espaciales que, con aditamentos tecnológicos y mejor decoración, hacen más llevadera la estancia de los niños hospitalizados, mientras que el Hospital de Niños Shriners en Galveston, Texas, Estados Unidos, usa la realidad virtual para aliviar el dolor de los pacientes quemados mientras se someten a curaciones.
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