Francia se convirtió en el primer país a nivel mundial en incrementar a 11 el número de vacunas obligatorias para los niños de entre 3 y 11 años de edad.
De acuerdo con el sitio Redacción Médica, a partir del pasado 1 de enero de 2018 los recién nacidos ya reciben más vacunas para poder ser admitidos en la guardería o en la escuela. Sobre esta situación, la ministra de Salud francesa, Agnès Buzyn, informó que este plan tiene como objetivo ampliar la cobertura de estas inmunizaciones que en la actualidad son aplicadas al 70 por ciento de los niños en Francia. De esta forma, el país galo se coloca como el primer país que implementa esta obligatoriedad de vacunación.
Las vacunas en cuestión son: tos ferina, haemophilus influenzae, hepatitis B, neumococo, meningitis, sarampión, paperas y rubeola, que se suman a la difteria, el tétanos y la poliomelitis, cuya obligación ya estaba vigente.
Movimientos antivacunas
Este dato contrasta con los movimientos conocidos como “antivacunas”, en los que se incluyen tanto pacientes como profesionales de la salud.
Un ejemplo de esto ocurrió en Italia a mediados de 2017 cuando autoridades de Salud de este país promovieron a mediados de este año una nueva legislación por la cual se estableció una serie de postulados y multas diseñados para que los padres de familia de la nación europea vacunen a sus hijos. Una medida que busca preservar la salud del paciente pediátrico en etapas de su desarrollo donde es más propenso a adquirir alguna enfermedad que puede dañar su calidad de vida. De no hacerlo, las multas para los padres de familia oscilan entre los 500 y 7 mil 500 euros.
En Estados Unidos, de acuerdo con un artículo publicado en Hoy Los Angeles, el estado de California implementó hace 12 meses una de las leyes de vacunación más estrictas de Estados Unidos. Incluso amenazaron con retirar la licencia médica a aquellos doctores que comulgaran con las ideas antivacunación.
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