- La Fibrosis Pulmonar Idiopática afecta a alrededor de 3 millones de personas en el mundo.
- En etapas tempranas la mayoría de los pacientes con Fibrosis Pulmonar no identifican los cambios en sus pulmones, lo que complica el diagnóstico.
- Algunos factores como el consumo de tabaco, infecciones virales, la genética y la presencia de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), pueden aumentar el riesgo de padecerla.
Caracterizada por una anormal y desconocida cicatrización del tejido del pulmón, la Fibrosis Pulmonar es una condición altamente incapacitante y letal. Es originada por más de 200 Enfermedades Pulmonares Intersticiales (EPI), la cual provoca una disminución gradual e irreversible de la capacidad respiratoria, situación que complica la identificación y el diagnóstico oportuno.
“Es importante promover el conocimiento e importancia de esta condición de salud porque suele confundirse con otras enfermedades respiratorias o cardiovasculares. Por lo tanto, el diagnóstico temprano y tratamiento específico pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes”, expresó la Dra. Edith Aimé Alarcón Dionet, neumóloga con alta especialidad en Enfermedades Pulmonares Intersticiales.
Primeras señales de alerta
Uno de los primeros síntomas que los pacientes notan es la falta de aire al hacer esfuerzos físicos, como subir las escaleras o caminar largos trayectos, así como la presencia de tos que no desaparece y fatiga constante.
Conforme la Fibrosis Pulmonar progresa la respiración se hace más difícil dado que el proceso de cicatrización en los pulmones hace que se vuelvan más rígidos y menos elásticos. En consecuencia, son menos capaces de expandirse y lograr un adecuado intercambio de oxigenación[vi], situación que puede comprometer la vida de los pacientes.
La mayoría de las formas de Fibrosis Pulmonar tienden a empeorar con el tiempo, por lo que el objetivo del tratamiento es retrasar su evolución, siendo fundamental identificar el tipo de Enfermedad Pulmonar Intersticial de origen, para determinar la mejor estrategia terapéutica que brinde el mayor bienestar posible al paciente.
Otras formas de la enfermedad
La Fibrosis Pulmonar Idiopática (FPI), es una de las formas más estudiadas de EPI. Se sabe que afecta alrededor de 3 millones de personas en el mundo y, como su nombre lo dice (idiopática), se desconoce la causa exacta que origina la cicatrización del pulmón.
Su incidencia es de entre 15 a 43 mexicanos por cada 100 mil habitantes, siendo más frecuente en varones a partir de los 50 años. Algunos factores como el consumo de tabaco, infecciones virales, la genética y la presencia de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), pueden aumentar el riesgo de padecerla.
La FPI tiene una evolución crónica, progresiva e irreversible, su pronóstico es grave y letal. De acuerdo con investigaciones, se estima que el 50% de los pacientes tienen una expectativa de vida de 3 a 5 años después del diagnóstico.
También existe una condición denominada Fibrosis Pulmonar Progresiva, que puede desarrollarse durante el curso de cualquier Enfermedad Pulmonar Intersticial, independientemente de la enfermedad de base o del desencadenante, y que se caracterizan por una fibrosis difusa, sostenida e irreversible que empeora los síntomas respiratorios al reducir la función pulmonar. Y su comportamiento es muy similar al de la Fibrosis Pulmonar Idiopática.
La Dra. Aimé Alarcón Dionet, reconoció que, si bien la Fibrosis Pulmonar Idiopática es incurable e irreversible, con los nuevos tratamientos antifibróticos, los pacientes pueden tener una mayor esperanza y calidad de vida. Estos innovadores medicamentos buscan enlentecer la evolución de la enfermedad mediante el retraso del proceso que produce la cicatrización de los pulmones.
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