Existen diversos métodos para determinar el riesgo que representa una enfermedad, y si bien los gobiernos de todo el mundo se empeñan en catalogar como bajo el riesgo de una propagación mundial del virus del zika, el que Estados Unidos se haya saltado los protocolos de la FDA no son un muy buen augurio que digamos.
El pasado lunes la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos decidió dejar de lado sus protocolos tradicionales y emitió una autorización de emergencia para las pruebas diagnósticas de zika elaboradas por la farmacéutica suiza Roche.
La medida tiene como objetivo combatir la propagación de la enfermedad dentro de la Unión Americana, donde hasta el momento se han detectado 2 mil 517 casos, de los cuales al menos 29 fueron adquiridos de forma autóctona dentro del estado de Florida, donde recientemente se detectaron dos zonas de contagio.
La autorización emergente emitida por la FDA implica que cualquier profesional de la salud dentro de los Estados Unidos puede aplicar la prueba LightMix Zika a cualquier persona que cumpla con el cuadro sintomático establecido por el Centro para la Prevención y Control de las Enfermedades (CDC), el cual incluye fiebre, salpullido, dolor de articulaciones y ojos rojos.
Cabe destacar que el uso de estas pruebas no significa que se encuentren aprobadas por la FDA, sino simplemente que serán utilizadas como resultado de una emergencia de salud pública y durante el tiempo que ésta dure.
Indudablemente una victoria para la farmacéutica suiza que ha demostrado que como bien dice el dicho, “a río revuelto, ganancia de pescadores”.