La variedad de opciones que existen para hacer frente a la Covid-19 cada vez es más amplia. Aunque dentro de las alternativas ya disponibles se encuentran las vacunas de ARN mensajero. Sus principales representantes son las desarrolladas por las farmacéuticas Pfizer y Moderna. Ambas funcionan con una novedosa tecnología que ya estaba presente desde hace al menos una década pero que ahora se perfeccionó. Por lo mismo también existe una fuerte desconfianza entre la población hacia ambas.
Lo que sí hacen y lo que no
En torno a este insumo se han generado muchas noticias y algunas de ellas son falsas. Una de las indicaciones más importantes es que las vacunas de ARN mensajero no modifican ni interactúan con el ADN de ningún modo. El biológico lleva instrucciones a las células para generar una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria.
También es necesario señalar que este tipo de tecnología no contiene el virus SARS-CoV-2 porque lo que se administra es el código de la proteína de superficie del virus que, al ser descifrado por la célula, estimula la producción de esta proteína que luego se presenta como antígeno al sistema inmune.
La evidencia indica que el ARNm permanece en el citoplasma aproximadamente nueve días, tiempo suficiente para que la célula transcriba las instrucciones y genere la proteína que va a presentarse como antígeno para estimular la activación del sistema inmune.
Mientras que apenas el día de ayer las vacunas de ARN mensajero fueron noticia porque el Comité de Seguridad de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) afirmó que serian las responsables de tres posibles nuevos efectos secundarios. Se trata de eritema multiforme, glomerulonefritis y el síndrome nefrótico.
Diferencia de opiniones
En tanto que el día de hoy el tema ha sido retomado porque la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha publicado una respuesta. De manera directa señala que no ha identificado nuevos efectos secundarios adicionales en los biológicos de Pfizer y Moderna.
En ese sentido, la máxima autoridad sanitaria estadounidense indicó que de manera permanente realiza estudios para garantizar el correcto funcionamiento de todas las vacunas. Por lo mismo aseguró que hasta ahora no se han detectado casos con las tres molestias señaladas.
“La FDA está supervisando la seguridad de las vacunas COVID-19 autorizadas a través de los sistemas de vigilancia de seguridad tanto pasivos como activos”.
Por su parte, la EMA no ha publicado una respuesta aunque en su momento indicó que se había presentado un número reducido de casos entre quienes habían recibido alguna de estas inmunizaciones. A partir de entonces hizo el señalamiento como una posible relación.
Por lo pronto tanto en Estados Unidos como en Europa continuará la campaña de vacunación sin incidentes. Sin importar si se confirma una relación o no en lo que coinciden ambas autoridades sanitarias es que los beneficios son mayores a los posibles riesgos.