Los Estados Unidos atraviesan una de las crisis sanitarias más importantes en los últimos años debido al incremento en el consumo de opioides, el cual ya es incluso considerado como una epidemia. Ante tal panorama es que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha puesto sobre la mesa de análisis la posibilidad de remover el uso de opioides del mercado farmacéutico.
En este orden de ideas y haciendo referencia a la información depositada en un artículo publicado por la cadena de noticias de The Washington Post, la FDA solicitó este jueves a una compañía de medicamentos para el dolor la eliminación de sus productos en el mercado. La primera vez en la historia de la organización que realiza una solicitud de esta manufactura, debido a las consecuencias para la salud pública derivadas del abuso.
Una tendencia de 128 muertos al día
En esa tesitura y de acuerdo con Leana Wen, concejal de Salud de la localidad de Baltimore, reconoció que la situación que se vive en los Estados Unidos es para alarmarse, ya que la tendencia va en asenso debido a la prescripción excesiva de este tipo de productos. Aspecto que, fácilmente, puede desembocar en un posible abuso.
Desgraciadamente, hay una epidemia de sobreprescripción de opioides hasta el punto de que en Estados Unidos, hay suficientes recetas de opioides al año como para que todos los adultos tengan su propia dosis. Los estadounidenses son el cinco por ciento de la población mundial pero acaparan el ochenta por ciento de las recetas de opiáceos del mundo. ¿De verdad necesitamos tantos opioides? La respuesta, por supuesto, es que no.
En este sentido, las muertes ocasionadas por sobredosis de medicamentos y de drogas ilegales son la principal causa de fallecimiento del paciente por lesiones en Estados Unidos. Una cifra que suma 47 mil muertes al año. Es decir, 128 personas mueren diariamente en Estados Unidos debido a una sobredosis de medicamentos, opioides y heroína; por encima de los accidentes de tráfico, homicidios o suicidios.
Producción de Opioides
Al respecto, una evaluación elaborada por la agencia digital especializada Statista, que retomó la información del International Narcotics Control Board (INCB) deja ver que la producción de opioides en el mundo se mantiene en una balanza que sube y baja, pero que prevalece.
Dextopropoxifeno:
- 2011: 142 mil 430 kilogramos;
- 2012: 143 mil 307 kilogramos; y
- 2013: 135 mil kilogramos.
Difenoxilato:
- 2011: 24 mil 169 kilogramos;
- 2012: 21 mil 338 kilogramos;
- 2013: 19 mil 827 kilogramos; y,
- 2014: 6 mil 58 kilogramos.
Metadona:
- 2011: 39 mil 7 kilogramos;
- 2012: 46 mil 993 kilogramos;
- 2013: 41 mil 403 kilogramos; y,
- 2014: 31 mil 46 kilogramos.
Petidina:
- 2011: 9 mil 323 kilogramos;
- 2012: 9 mil 233 kilogramos;
- 2013: 5 mil 788 kilogramos; y,
- 2014: 7 mil 546 kilogramos.
Asimismo, en 2007 y 2012, una encuesta permitió identificar el consumo mensual por estrato social que dejó ver que el 10 por ciento de la población en los Estados Unidos (aproximadamente) había ingerido algún tipo de opioide.
Decisión: una cuestión de poder
En este contexto, las autoridades de la FDA planean reorganizar la política integral de drogas para la restricción de este tipo de insumos farmacológicos. Sin embargo, lo que subyace en el fondo es el dinero que se genera de esta actividad. Hay una serie de intereses que se colocan en el ámbito más profundo (casi invisible) del problema.
Lejos de mejorar la calidad de vida del paciente, como muchos médicos lo han hecho para beneficiar el tratamiento de algún paciente clínico, las grandes empresas se benefician de las transacciones millonarias de estos productos.
Hoy, Michael Botticelli, director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas, reconoce necesaria la toma de decisiones excepcionales en este tema. Pero, ¿qué viene después? En el pasado el mismo personaje únicamente autorizó el uso de estos medicamentos, sin tomar en cuenta los problemas que se podrían generar en una sociedad como la estadounidense.
¿Será que se tiene ahora una visión más amplia o hay algo más?
Imagen: FDA