No es ningún secreto que actualmente Estados Unidos enfrenta un severo problema a causa de los opioides, los cuales provocan, en promedio, 115 muertes al día en la nación, por lo que algunos especialistas consideran que se trata del problema de salud pública más grave desde la aparición del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) hace 35 años.
En medio de este delicado panorama, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha sido objeto de innumerables críticas debido a que aprobó la comercialización de un nuevo analgésico opioide extremadamente peligroso porque es diez veces más potente que el fentanilo y mil veces más fuerte que la morfina intravenosa.
Opioide extremadamente peligroso
En este caso, se trata de Dsuvia, fármaco en forma de pastilla de 30 microgramos que viene acompañada de un aplicador similar a una jeringuilla y su instructivo menciona que se debe inyectar debajo de la lengua del paciente para una absorción rápida.
Por su parte, los desarrolladores afirmaron que el medicamento es para uso restringido dentro del quirófano o el campo de batalla en el caso de soldados y personal de guerra, lo que permitiría reducir de forma considerable el dolor en casos extremos; sin embargo, el principal problema radica en el peligro latente de que el medicamento pueda llegar a la población convencional y causar consecuencias mortales por un uso incorrecto.
Si bien, es cierto que el desarrollo del fármaco será de utilidad para ciertos casos, la máxima preocupación radica en si de verdad podrá controlarse que el opioide sólo sea empleado para los casos que fue diseñado.