Los fiscales generales de 20 estados norteamericanos acusaron a seis farmacéuticas de crear un plan para incrementar artificialmente los precios de un antibiótico y de una medicina para la diabetes.
The New York Times ha señalado que los cargos son parte de una investigación más amplia y describen una cultura marcada por cenas y salidas sociales en las que frecuentemente se violaron las normas antimonopolio.
Antes de comenzar con la venta de un nuevo producto, las farmacéuticas habrían buscado a sus rivales para llegar a acuerdos sobre cómo evitar competir en costos y mantener una cuota de mercado, acciones que habrían de conservar una apariencia de competencia y altos los precios para gran número de genéricos.
La acusación de los fiscales incluye a fabricantes como la israelí Teva (famosa en México por el escándalo Teva-Rimsa) y la estadounidense Mylan (que se hizo popular por el rechazo de los famosos hacia el encarecimiento de su producto estrella, el inyector portátil para detener reacciones alérgicas, EpiPen).
En su demanda, los fiscales generales se centran en dos productos, el antidiabético gliburida y el antibiótico doxiciclina, aunque han señalado que la estratagema fue mucho más allá de estos tratamientos, por lo que podría involucrar a más fármacos.
En tanto, en México, un caso similar se desarrolla, luego de que en octubre pasado la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) iniciara una investigación por la presunta existencia de un cártel farmacéutico que habría acordado dividirse el mercado nacional e incrementar hasta en 30 por ciento los precios de las medicinas, el cual, hasta ahora, no ha tenido solución definitiva.
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