La Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estima que cerca del 50 por ciento de los mexicanos presenta una mala calidad de sueño o insomnio. De acuerdo a un estudio del Instituto Nacional de Psiquiatría (INPRF), lo anterior implicaría que la mitad de los pacientes con diabetes tipo 2 se encuentran en riesgo de padecer trastornos mentales y neurodegeneración.
Una investigación dirigida por el jefe del Laboratorio de Cronobiología y Sueño del INPRF, Ignacio Ramírez Salado, analiza en estudios clínicos y animales si la falta de procesos adecuados de sueño modifican el proceso hipoglucémico y si podrían generar neurodegeneración en pacientes con diabetes tipo 2 debido a la menor actividad eléctrica del cerebro.
Durante los estudios, se realiza un análisis del espectro de potencia de las señales bioeléctricas durante las fases del sueño en los pacientes con diabetes. De acuerdo con el Dr. Ramírez Salado, estos individuos (en particular quienes padecen del tipo 2 de la enfermedad) tienen periodos alargados de sueño.
La investigación, próxima a concluir que, señala que incluso cuando la diabetes no está relacionada con el insomnio, la privación del proceso de descanso produce un enlentecimiento del electroencefalograma durante la fase 2 de sueño (un síntoma característico en pacientes de Alzheimer), por lo que se podría aumentar el riesgo de los pacientes de sufrir neurodegeneración.
El jefe del Laboratorio de Cronobiología y Sueño del INPRF afirmó:
Esas variaciones de voltaje podrían alterar algunas estructuras del sistema límbico como el hipocampo, provocando que presenten patrones electrográficos deficientes. Esto es algo que ya empezó a describirse en la literatura internacional como diabetes tipo 3, una etapa de neurodegeneración de la diabetes tipo 2, particularmente de las hipoglucemias nocturnas.
Las pruebas clínicas están siendo realizadas con un grupo de 40 pacientes de diabetes tipo 2 entre 40 y 70 años y un grupo de control con 40 personas sanas. Para obtener las mediciones del espectro de potencia, los participantes pasan la noche en el Instituto. A cada individuo se le realizaron también mediciones de los niveles de azúcar en la sangre.
Aunque las investigaciones clínicas y animales todavía no concluyen, los resultados en pruebas con ratas (a las que se les indujo diabetes tipo 2 con lesiones en el páncreas) presentan patrones eléctricos desfavorables que podrían desencadenar neurodegeneraciones del hipocampo. Estos factores podrían generar afectaciones severas en los procesos de memoria y aprendizaje.