La American Society of Clinical Oncology (ASCO) publicó una su nueva guía dirigida a médicos de todo el mundo en la que brinda recomendaciones basadas en evidencias sobre el uso de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) para la prevención del cáncer cervicouterino.
Considerando recursos económicos y estructurales en el sistema de salud de cada país, ofrece cuatro niveles de recomendación: básicos, limitados, altos y superiores.
En 2016 esta sociedad lanzó una declaratoria con recomendaciones para incrementar eso de la vacuna. Al respecto, Silvina Arrossi, copresidenta del panel de expertos que desarrolló la nueva guía global, explicó:
Aunque la vacuna contra el VPH ha existido desde hace más de una década, la implementación de su uso ha sido menos de lo ideal en muchos lugares, incluso en países con un nivel mayor de recursos, como Estados Unidos.
Aunque en 2013 en EE. UU. se hablaba de 36 por ciento de las niñas inmunizadas y en 2015 del 57,3 por ciento, la ASCO calificó la cifra como “inaceptablemente baja”.
Debido a la cobertura mediática sobre los potenciales efectos secundarios de la vacuna contra el VPH, en lugares como Japón la cobertura es de apenas el uno por ciento, y en Dinamarca del 20 por ciento.
Entre las observaciones de la American Society of Clinical Oncology (“Primary Prevention of Cervical Cancer”) destaca que, independientemente de los recursos de las naciones, se recomiendan dos dosis de la vacuna contra el VPH para niñas de 9 a 14 años, con un intervalo de al menos 6 meses y de hasta 12 a 15 meses entre las dosis, y aunque los niños también pueden vacunarse, señala que esto debiera ocurrir tras la cobertura de la menos la mitad de la población femenina, la cual es prioritaria.
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