Durante este sexenio, uno de los grandes enfoques ha estado en el sector salud. En parte, por la implementación del nuevo sistema de atención médica unificada. Pero también por la tensión que existe entre los profesionales que trabajan en instituciones públicas. Si bien el panorama en el corto plazo se ve complejo, en las próximas décadas podría mejorar significativamente.
Así lo dijo a BBC Mundo el gerente del Sector Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Marcelo Cabrol identificó que, al menos en América Latina (Latam), tanto salud como educación disfrutarían un gran impulso a futuro. De hecho, estimó que para 2040 se podría tener una demanda combinada de 23 millones de profesionales capacitados en estas dos áreas.
Salud y Educación, los megasectores en Latam
Cabrol señaló que, en las últimas 4 décadas, los expertos en estos sectores se han cuadruplicado en América Latina. Esta tendencia dentro de educación y salud no solo no va a parar a mediano plazo. Se espera incluso que se acelere en los próximos 21 años. Así, habría una demanda de 12 millones de maestros, 3 millones de doctores y 8 millones de enfermeros en la región.
Apunta que salud y educación, el sector social, tienen otras ventajas. Las principales son su resistencia a la automatización y las características poblacionales. En parte, es muy difícil (aunque no imposible) que sus tareas sean dominadas por las máquinas. Además, el rápido envejecimiento y la alta tasa de fertilidad en Latam aumentarían la demanda de estos servicios.
Hay también, explica, mejores condiciones laborales para los profesionales de la educación y la salud. A lo largo de la región, en promedio, se han incrementado los salarios de forma notable. Esto, en cifras recopiladas por el mismo BID. Además, la brecha de género en la remuneración es más baja (10 por ciento) que en otras actividades (28 por ciento).
Recordó asimismo la existencia de más oportunidades para acceder a una pensión de calidad. Cabrol comentó que, comparado a otros sectores, salud y educación pueden reunir fácilmente dinero para su retiro. Sin embargo, enfatizó la importancia de la capacitación de las futuras generaciones. Reafirmó que es necesario que los próximos médicos y profesores “tengan las habilidades y la formación necesaria” para afrontar la demanda de los próximos 20 años.