Derivado de los exámenes correspondientes y la autopsia realizada al cuerpo del cantante de rock Chris Cornell, fallecido el pasado 18 de mayo, los médicos forenses concluyeron que los fármacos consumidos no fueron la causa de su muerte.
A pesar de que hace unos días se dio a conocer que el músico se encontraba en un tratamiento médico antes de morir, gracias al reporte toxicológico realizado por el equipo médico del condado de Wayne, en Estados Unidos, se afirmó que las cantidades de fármacos encontradas en su cuerpo no son contundentes para provocar que una persona cometa suicidio.
En ese sentido, Theodore Brown, integrante del equipo médico que realizó la autopsia, confirmó que la causa oficial de la muerte fue suicidio.
En mi opinión y observando los sucesos, la muerte fue causada por ahorcamiento. Basado en las circunstancias que rodearon su muerte y con base en los resultados derivados de la autopsia, la causa de la muerte fue suicidio y así es como la acreditamos en los documentos oficiales.
El reporte de los peritos detalla que en el cuerpo de Cornell se encontraron siete drogas diferentes, incluida una dosis de Ativan, medicina que consumía contra la ansiedad, aunque el forense reiteró que ninguna de ellas contribuyó a su muerte.
De forma más detallada, el reporte forense indica que las drogas encontradas fueron: butalbital, lorazepam, pseudoefedrina y norpseudoefedrina, cafeína y naloxona. De acuerdo con el análisis, la cafeína fue por las tabletas No-Dox que el cantante consumió antes de su muerte, mientras que la pseudoefedrina fue usada como un descongestivo.