- La OMS afirma que hay 430 millones de personas en el mundo con pérdida de audición discapacitante.
- Para el 2050 se calcula que al menos 700 millones de individuos tendrán problemas para escuchar con claridad.
- El examen de audición no sólo se debe realizar al nacer sino que hay otros seis momentos en la vida en los que se recomienda someterse a uno.
Escuchar lo que ocurre alrededor es una experiencia que parece cotidiana pero cada una la vive de una forma distinta. Con esto en mente, para identificar a tiempo posibles fallas en los oídos es necesario someterse a un examen de audición. Es la prueba ideal para identificar fallas y hay siete momentos básicos en la vida en los que se recomienda someterse a una.
Problemas de sordera en el mundo
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) más del 5% de la población global (430 millones de personas) padece una pérdida de audición discapacitante y requiere rehabilitación (432 millones de adultos y 34 millones de niños). Aunque lo más grave es que se calcula que para el 2050 la cifra será mayor a los 700 millones de individuos.
Por su parte, el término “pérdida de audición discapacitante” se refiere a las personas con una deficiencia superior a 35 decibelios (dB) en el oído que oye mejor. La prevalencia de esta condición aumenta conforme una persona envejece. De hecho, entre los mayores de 60 años se calcula que más del 25% la padece.
Ante este panorama, el Dr. Gonzalo Corvera, quien es Director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología S.C. (IMON), compartió los momentos exactos en los que absolutamente todas las personas se deben someter a un examen de audición.
Al nacer (Tamiz auditivo neonatal)
Entre dos y tres de cada mil niños que nacen, tienen una pérdida auditiva de severa a profunda al nacimiento. Es una estadística que tiende a ser bastante consistente en todo el mundo, y se ha corroborado, igualmente, en México. Esto, independientemente de complicaciones al nacer que aumenten el riesgo, es una cifra que se da en niños perfectamente sanos y sin antecedentes familiares de sordera.
Sabemos además que los niños que nacen con esta discapacidad deben iniciar tratamiento antes de cumplir 3 meses de edad. Es por eso que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que a todos los niños se les haga una prueba auditiva antes de cumplir un mes de edad, y el mejor momento de hacerlo es en las primeras horas de nacidos.
Al entrar a la primaria
Una de las principales causas de disminución de la capacidad auditiva es por otitis media serosa, la cual tiene un pico de incidencia alrededor de los 7 años de edad. Además, hay problemas auditivos que no se captan en el tamiz auditivo neonatal y pueden detectarse a esta edad. Un niño que entra a primaria con dificultad para escuchar tendrá muchas más dificultades en su aprendizaje.
Cuando hay problemas de lenguaje o aprovechamiento escolar
Siempre que un niño esté tardando en hablar en comparación con otros de su misma edad o tenga problemas de atención o aprovechamiento escolar se debe evaluar su audición. Esto se debe hacer aunque el niño no aparente problemas auditivos, ya que hay afecciones parciales de audición que son muy difíciles de detectar sin un estudio preciso.
Al terminar el bachillerato
Es poco frecuente que aparezcan problemas auditivos durante la adolescencia pero de cualquier forma es necesario que exista un examen de audición. De esta forma es posible identificar las enfermedades desde sus primeras manifestaciones para elegir la mejor alternativa para cada caso.
Al cumplir 45 años
Todos perdemos la audición con el paso de los años aunque en algunas personas el daño es mayor que en otras. Generalmente esto comienza a ser clínicamente significativo alrededor de los 40-50 años.
En un análisis de más de 6000 estudios audiométricos realizados en el Instituto Mexicano de Otología y Neurotología S.C., en personas de entre 40 y 50 años de edad que acudieron a un chequeo general y no se quejaban de problemas auditivos, la institución encontró que entre los 45 y 50 años es cuando el promedio de las personas tuvieron un resultado por debajo de lo normal en, al menos, una frecuencia.
A partir de lo anterior se puede considerar que al cumplir 45 años es el momento ideal para acudir a revisiones sobre posibles problemas auditivos, aunque aún no sean notorios.
Al cumplir 60 años
En el mismo estudio mencionado arriba IMON encontró que es entre los 60 y 64 años cuando el promedio de los pacientes presentan una pérdida clasificable como “media” en por lo menos una frecuencia. Eso nos indicaría el momento cuando puede ser más importante hacer algo. Además, a partir de los 60 años es cuando aumenta significativamente el riesgo de demencia en personas con pérdida auditiva.
Siempre que existan dudas
Nunca hay que demorar la atención cuando hay disminución de la audición. Existen pérdidas súbitas en las que el pronóstico es radicalmente mejor si se atienden en las primeras 48 horas. Los niños pueden ver afectado su aprendizaje en pocos meses y tanto los bebés como los adultos mayores pueden sufrir consecuencias irremediables si no atienden en tiempo y forma una disminución auditiva.
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