Planear, montar y abrir un consultorio, clínica u hospital propio es el sueño de muchos galenos, de modo que invierten tiempo, esfuerzo y recursos para hacerlo realidad, sin embargo, llegado el momento de enfrentarse con las jornadas diarias pueden perder el foco sobre lo que este reto representa y cometer errores comunes que bien se pueden evitar:
1. El médico emprendedor se concentra en lo que quiere ofrecer
Si bien es cierto que el facultativo es el especialista en el cuidado de la salud, también es verdad que el paciente sabe qué quiere, no obstante, mientras el galeno se enfoca en ofrecer un tratamiento usualmente se olvida del tipo de atención que el usuario de su servicio busca, el cual puede consistir, por ejemplo, en recibir trato más cálido o, quizás, contar con medios adicionales para contactarlo en el momento necesario. En este sentido valdría la pena recordar la importancia del estudio de mercado para conocer las demandas de atención de las personas, pues aunque éstas son independientes a las necesidades médicas particulares se pueden complementar a fin de garantizar mayor éxito al establecimiento de salud.
2. El galeno piensa que el establecimiento de salud resolverá las preocupaciones económicas
Aunque abrir un consultorio médico, clínica u hospital tiene entre sus objetivos ganar dinero para permitir una vida digna al galeno, la realidad es que representa una gran inversión de recursos económicos y humanos que pueden tardar mucho tiempo en retornar, por tanto, aunque proyecte su crecimiento a mediano o largo plazo las entradas serán mínimas durante los primeros meses. El médico emprendedor que piense que abrir su propio establecimiento de salud le garantizará una vida libre de preocupaciones financieras va por mal camino, pues siempre tendrá que ocuparse de mantenerlo económicamente “sano” para poder vivir de él.
3. El médico emprendedor suele exagerar el plan de negocios del establecimiento de salud
Mientras algunos médicos omiten la formulación de un plan de negocios, otros lo desarrollan imponiéndose metas muy altas. En este sentido cabe recordar que se trata de un documento que debe preparase para cubrir las necesidades propias y las de los futuros pacientes, de tal forma que tiene la obligación de ser realista para concretarse y entonces establecer los siguientes pasos.