Científicos de la Universidad de Columbia Británica, en Canadá, dijeron a conocer el hallazgo en la sangre de una proteína relacionada en la aparición del Alzheimer, y sugieren, que dicha sustancia podría “contagiar” el padecimiento a través de transfusiones.
Los expertos llegaron a esta conclusión luego de observar que cuando un ratón de laboratorio recibió sangre de otro, existió la presencia de placas de la proteína beta-amiloide que se acumulan en el cerebro de los roedores causando el mismo proceso de neurodegeneración.
Sobre esta investigación, el neurólogo español, Marcos Llanero, opinó que habría que tomar con cautela esta noticia.
El principal problema con este estudio y con muchos otros similares, es que los exámenes sobre Alzheimer con roedores se parecen muy poco a lo que puede pasar con los humanos. Lo que hacen es provocarles la enfermedad con ciertas mutaciones. El Alzheimer en humanos es muy diferente dependiendo si tiene un carácter más genético o más esporádico, por lo que el origen puede ser diferente para todos los casos”, dijo el especialista miembro del Grupo de Estudio de Neurogeriatria de la Sociedad Española de Neurología.
El médico español advirtió que se debe ser precavido con este tipo de estudios, sobre todo al momento de extrapolar los resultados en seres humanos. “Se han desarrollado tratamientos que funcionan perfectamente en ratones, pero después se descubre que no funcionan en humanos, con lo que se provoca cierto descrédito”, aseguró.
Sólo a través de estudios observacionales es posible saber si es aplicable en personas. Por sentido común y por ética, no podemos tomar sangre infectada y transmitírsela a alguien, pero sí es posible ver, por ejemplo, si los pacientes con Alzheimer han recibido más transfusiones. Si la transmisión de sangre en esta enfermedad fuera tan obvio, ya nos habríamos dado cuenta.
El polémico estudio fue publicado en Molecular Psychiatry.