Como parte de una reciente investigación, se reveló algo que ha llamado la atención mundial porque se afirma que las personas de estatura baja son menos propensas a presentar coágulos sanguíneos o trombosis venosa profunda (TVP), los cuales en la mayoría de los casos aumentan el riesgo del paciente de sufrir un accidente cerebrovascular.
En este caso, el trabajo fue realizado por la Universidad de Lund (LU), ubicada en Suecia, en el que participaron más de 2.6 millones de personas a las que se les dio seguimiento desde los la década de los 50 a la de los 90 del siglo pasado.
Al analizar a la población, se encontró que los hombres de estatura baja, es decir, los que medían menos de 1.60 metros tenían un 65 por ciento menos de probabilidades desarrollar coágulos sanguíneos en comparación con los hombres considerados como altos, o sea los que medían 1.88 metros o más.
Al respecto, el Dr. Bengt Zoller de la LU y autor principal del estudio, comentó una hipótesis acerca de esta curiosa relación.
Nuestro estudio no muestra respuestas definitivas pero nosotros nos basamos en que hay más presión gravitatoria en las venas de las piernas de las personas más altas, lo que puede aumentar el riesgo de que el flujo sanguíneo se ralentice o se pare temporalmente.
De igual forma, se aclaró que el estudio tuvo ciertas limitaciones, como el hecho de que los investigadores no pudieron tomar en cuenta factores del estilo de vida de la niñez de los participantes, su dieta, actividad física y si sus padres fumaban o no, por lo que continuarán los análisis para poder llegar a una conclusión más completa.