A raíz de que la actriz Angelina Jolie se sometiera a una ovariectomía en marzo del año pasado como forma para prevenir la eventual aparición del cáncer de ovario, dicho procedimiento comenzó a tomar relevancia. Si bien la citada cirugía evita la aparición de cáncer, un nuevo estudio realizado por la Clínica Mayo ha revelado que someterse a ella fomentaría el envejecimiento prematuro, así como la aparición de varias enfermedades crónicas.
De acuerdo con la investigación realizada por la Clínica Mayo, aquellas mujeres menores de 46 años que se sometieron a una ovariectomía vieron aumentar considerablemente el riesgo de desarrollar padecimientos crónicos como enfermedades coronarias, depresión, artritis, obstrucción pulmonar crónica y osteoporosis, entre varias otras.
Para llevar a cabo el estudio los investigadores identificaron a mil 653 mujeres que fueron sometidas a una ovariectomía preventiva, así como a otras mil 653 mujeres que no habían sido sometidas a dicho procedimiento y luego procedieron a comparar cómo es que ambos grupos de mujeres envejecían a lo largo de 14 años.
Para determinar el ritmo con que cada una de estas mujeres envejecía el grupo de investigadores observó el número y tipo de enfermedades que cada una de ellas padecía o desarrolló durante el periodo de observación, siendo aquellas mujeres que habían sido sometidas a la ovariectomía quienes mostraron un proceso de envejecimiento más acelerado.
Estrógeno, la clave para no envejecer
De acuerdo con la investigación la falta de estrógeno es uno de los factores que más influye en este envejecimiento acelerado, pues esta hormona continúa presente incluso en aquellas mujeres que pasan la menopausia sin someterse a la ovariectomía gracias a la acción de algunas células que transforman la testosterona y la androstenediona en estrógeno.
Incluso quienes fueron sometidas a la ovariectomía pero se sometieron a tratamiento con estrógeno mostraron un menor ritmo de envejecimiento, sin embargo, muchas pacientes suspenden el tratamiento al poco tiempo de comenzado o nunca lo empiezan, acelerando sus procesos de envejecimiento.
Si bien las guías actuales del Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos aconseja la remoción de los ovarios y las trompas de falopio como el método más seguro para prevención del cáncer de ovarios, el actual estudio pone en tela de juicio esta forma de actuar, pues podría derivar en una mayor cantidad de problemas a largo plazo.
Por otra parte, el cáncer de ovario es uno de los más difíciles de diagnosticar y con un muy alto índice de mortalidad por lo que, como debería de ser siempre, lo más conveniente es hablar con el paciente, explicarle la situación y determinar de manera conjunta el mejor rumbo de acción.
El estudio completo será publicado el 1 de octubre en The Lancet Oncology.