No es sorpresa que los médicos son de los grupos más vulnerables, mentalmente hablando. Incluso entre las diferentes especialidades, hay quienes tienden al suicidio más que el resto. A pesar de ser un problema bien conocido, las acciones para reducirlo han sido carentes. De hecho, las tasas de depresión y burnout laboral alcanzan, una vez más, niveles récord.
Así lo afirma un estudio de Medscape. El Reporte Nacional de Burnout, Depresión y Suicidio entre Médicos 2019 afirma que estos eventos se presentan en casi la mitad de los especialistas. En una entrevista con Reuters, Carter Lebares, de la Universidad de California, comentó el fenómeno. Aunque no estuvo involucrado en la investigación, afirma que hay varios factores en juego.
Las citas que recoge la encuesta de Medscape son muy claras al respecto. Hay enojo ante el sistema de salud [fracturado]. A veces sienten que no dedican suficiente tiempo a los pacientes porque lo pierden en otras cosas. Los médicos también lamentan que su tiempo personal es cada vez más reducido. Esto, sin contar lo frustrante que es no poder huir sin separarse de la profesión.
Cifras sobre el estado mental de los médicos
Medscape apunta que el 44 por ciento de los doctores en Estados Unidos sufren burnout laboral. Además, 15 de cada 100 están deprimidos y han pesado seriamente en el suicidio. Para lidiar con estos retos, los médicos hombres tienden a hacer ejercicio. Sus colegas mujeres prefieren hablar con amigos y familiares. Más de una quinta parte, además, recurren al alcohol y comida chatarra.
En cuanto al burnout laboral, los médicos señalaron varias raíces. Hasta arriba, un gran volumen de tareas administrativas, así como horarios muy extensos (59 y 34 por ciento). También los registros electrónicos (32 por ciento) y los salarios insuficientes (29 por ciento) fueron identificados como causa de desgaste. 2 de cada 10 también se sentían “solo un engrane más en el sistema”.
La depresión, por otro lado, afecta de forma significativa la atención clínica y el entorno de trabajo. Casi la mitad de los médicos bajo este estado mental apuntaron que se desesperan rápidamente con sus compañeros. Lo más preocupante es que, a pesar de estar conscientes de este malestar, menos de 4 de cada 10 planean buscar ayuda. De hecho, muchos dijeron que preferirían retirarse antes de tiempo de la profesión para poder escapar de estos efectos negativos.